Laporta admite dudas sobre la inscripción de Rashford y otros fichajes antes del incio de liga | OneFootball

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, no pudo garantizar este domingo, que Marcus Rashford pueda estar disponible este sábado para el estreno liguero ante el Mallorca en Palma. Aunque confía en que Joan García sí pueda ser inscrito una vez la comisión médica de LaLiga reconozca la baja de larga duración de Marc-André ter Stegen, la realidad es que el club sigue atrapado en el mismo problema de los últimos cuatro años: cumplir con la regla del 1:1.

Las dificultades no se limitan a Rashford. La lista pendiente incluye a Bardghji, Szczesny, Fort, Bernal y Gerard Martín, además de la situación de Joan García. El Barça estudia inscribir a Bardghji y Marc Bernal a través del filial, pero el resto de casos sigue sin solución y el tiempo corre en contra.

La historia se repite temporada tras temporada. En 2021, Sergio Busquets y Jordi Alba se bajaron el sueldo para que Sergio Agüero pudiera ser inscrito en el último día de mercado. Ese mismo verano, Gerard Piqué hizo lo propio para permitir la llegada de Memphis Depay, Eric García y Rey Manaj.

En 2022, la era de las «palancas» trajo fichajes de alto perfil como Lewandowski, Raphinha y Koundé, este último inscrito solo después de que Laporta consiguiera un aval de última hora.

La campaña 2023-24 estuvo marcada por inscripciones a cuentagotas: Gündogan, Oriol Romeu, Marcos Alonso, Iñigo Martínez y la reinclusión de jugadores como Araújo, Sergi Roberto, Abde o Gavi, cuyo caso llegó incluso a los tribunales.

La pasada temporada, pese a pagar más de 50 millones al Leipzig por Dani Olmo, el jugador se perdió las dos primeras jornadas y solo pudo debutar tras la baja de larga duración de Christensen. El episodio más surrealista llegó en Navidad, cuando LaLiga anunció la “deinscripción” de Olmo y Pau Víctor, revertida a última hora gracias a la intervención del CSD.

Por quinto curso consecutivo, el Barcelona encara el inicio de temporada con el rompecabezas de las inscripciones sin resolver. Aunque Laporta intenta transmitir calma, la presión del calendario y la necesidad de contar con sus refuerzos estrella hacen que la situación sea crítica. El reloj avanza, y el debut en Palma está a la vuelta de la esquina.