Diario La Escuadra
·4 September 2025
Los 62 días de Ten Hag

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Los 44 días de Brian Clough en el cargo del Leeds United durante el verano de 1974, sirvieron para crear una leyenda que llegaría a la gran pantalla con «The Damned United». La historia de un entrenador testarudo incapaz de triunfar en el equipo de su archienemigo, Don Revie, originó una de las crónicas más conocidas del fútbol mundial.
Y aunque Xabi Alonso y Erik Ten Hag no parece que se odien como Clough y Revie, la experiencia del técnico de Países Bajos en el Bayer Leverkusen, también valdría para escribir un libro. La salida del entrenador vasco tras ganar la Bundesliga y crear una plantilla ganadora, iba a crear una marea de complicaciones para un Leverkusen que debía reinventarse.
Además, a partir del principio del verano, la directiva era consciente de que varios activos de la plantilla abandonaría el club. Jonathan Tah firmaba libre por el Bayern Múnich, Jeremie Frimpong ponía rumbo a Inglaterra, y la situación de Florian Wirtz daba más de un dolor de cabeza desde hacía tiempo.
No obstante, la salida de Wirtz fue mejor de lo que se esperaba el Leverkusen, ya que el alemán había decidido marcharse al Liverpool en vez de reforzar a un rival directo como el Bayern. Los «Die Werkself» sabían que con el adiós de Wirtz, se avecinaba un nuevo comienzo para el club.
«El Bayer 04 es uno de los mejores clubes de Alemania y también forma parte de la élite europea. He venido a Leverkusen para confirmar las ambiciones que han crecido en los últimos años. Es una tarea apasionante construir algo juntos en esta fase de cambio y desarrollar un equipo ambicioso». Estas eran las primeras palabras de Erik Ten Hag tras ser elegido como el sustituto de Alonso como entrenador.
Y es que, la carrera del neerlandés no ha sido la esperada. Tras deslumbrar en Europa con el mejor Ajax en años, Ten Hag fue el enésimo intento del Manchester United para resucitar al gigante inglés. Su primera temporada, marcada por el Mundial de Qatar, la complicada situación de Cristiano Ronaldo y la suspensión de Mason Greenwood, no mancharon del todo un año en donde los «reds» quedaron terceros. Y aunque iba a velocidad de tortuga, se vio algún pequeño abismo de mejora con Ten Hag.
A partir de entonces, el rendimiento de la plantilla fue bajando, y los jugadores que llegaban a petición del técnico, no subían el techo competitivo del equipo. La FA Cup de 2024, en donde el Manchester United ganaría de forma sorprendente al Manchester City, salvó a Ten Hag de un despido anunciado, ya que no era capaz de crear un equipo reconocible y la figura del entrenador estaba cada vez más cuestionada entre una afición enfurecida y la nueva propiedad.
Sin embargo, la confianza duró muy poco tiempo más, y fue cesado en octubre de 2024 con, al igual que la mayoría de los entrenadores del Manchester United post-Ferguson, la reputación muy dañada. La contratación por el Bayer Leverkusen era la oportunidad de demostrar que el verdadero Ten Hag era el que se había visto en Ámsterdam en vez que el de Inglaterra.
La situación del Leverkusen era muy difícil, pero también se afrontaba con ilusión. El mercado trajo a una cantidad de futbolistas jóvenes que podían mejorar en poco tiempo y un entrenador que es conocido por su buen trabajo con este tipo de jugadores.
Pero, como apuntan periodistas como Andrés Weiss, la relación entre Ten Hag y la plantilla no era la mejor. Algunas circunstancias como apuntar desde la prensa la necesidad de refuerzos, unos entrenamientos que cuestionaban los futbolistas, y el trato a figuras importantes como Granit Xhaka, generaba un clima extraño en Leverkusen.
El propio Granit Xhaka acabaría abandonando el club, cuando parecía que se iba a quedar para ser el primer capitán, y Piero Hincapié también saldría el último día de mercado, antes del cese de Ten Hag. De todos modos, las bajas de Xhaka e Hincapié no indican que fueran por sus situaciones con el técnico, pero que demuestran la falta de liderazgo que había en el vestuario.
La pretemporada del Leverkusen dejó varias dudas sobre el proyecto de Ten Hag, sobre todo una derrota por 5-1 contra el Flamengo sub-20. Ahora bien, los encuentros de pretemporada no representan el nivel verdadero de los equipos ya que los cuerpos técnicos prueban a muchos futbolistas, esquemas y gestionan las cargas físicas de sus estrellas.
El Leverkusen empezó el curso ganando 0-4 en la Pokal ante el Großaspach. No obstante, el inicio liguero en casa ante el Hoffenheim, encendió, si ya no estaban, las alarmas en el club. Los de Ten Hag se adelantaron con un gol de Quansah, pero serían remontados antes de la hora de partido. La directiva no le gustaba el estilo de juego del equipo y la derrota tampoco ayudaba al entrenador.
Ya desde la derrota en el primer encuentro de liga, había voces en Alemania que apuntaban que el Leverkusen estaba pensando en despedir al técnico neerlandés. La poca confianza mostrada, además de un Ten Hag que no deslumbraba ni en el vestuario ni con los peces gordos del Leverkusen, ponía en manifiesto que el puesto del ex del Ajax estaba en peligro ya en agosto.
La sentencia final fue el enfrentamiento ante el Werder Bremen. El equipo se colocó 1-3 con un jugador más, y por momentos se observó un buen nivel de juego, pero los verdiblancos lograron empatar un partido que dejó muy dañado al Leverkusen. Y si la remontada no fue suficiente, la trifulca entre Patrik Schick y Exequiel Palacios para ver quien tiraría el penalti del 1-3, representaba públicamente la situación del vestuario.
Por lo que, antes del final del mercado, el Bayer Leverkusen anunció la destitución de Ten Hag tras solo 62 días en el cargo. El director general, Fernando Carro, declaraba lo siguiente sobre la decisión: <
Ten Hag también publicó un comunicado, en donde cargó ante la directiva por la falta de confianza: <
Con el parón, el Leverkusen busca un sustituto, en principio con experiencia. Y aunque el despido ha sorprendido por su rapidez, da tiempo al Leverkusen de mejorar la situación. Al que deja en peor situación es a un Ten Hag, que ha sufrido un gran revés en su reputación como entrenador de élite. Obviamente, la poca confianza de la directiva en él demuestran las dudas de su contratación, pero el poco tiempo que ha durado en el cargo, representa lo poco que ha entusiasmado su trabajo durante el trabajo en Leverkusen.
El siguiente paso del técnico neerlandés es complicado de predecir, y sus últimas experiencias no generan mucha confianza en su futuro. Lo más seguro es que no habrá sido el único culpable, pero con la profesionalidad con la que se ha caracterizado el Bayer Leverkusen en los últimos años, su despido no es una decisión apresurada, sino calculada y representativa de lo que se habrá visto en los 62 días de su estancia en el equipo.