Agente Libre Digital
·8 November 2024
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Corría el año 2006, y tras muchos años en categorías inferiores del fútbol nacional, el mago de Sanlúcar De Barrameda comenzaba su etapa en el fútbol profesional, más concretamente en la segunda división “B” de la mano del Écija Balompié. Durante dos temporadas en las que destacó por su habilidad y por su juego deslumbrante, el pequeño relámpago andaluz enamoró a los seguidores de la categoría de bronce del deporte rey español en donde llegó a disputar 76 partidos entre liga, copa y playoffs de ascenso, en donde logró en su totalidad una cantidad notoria de 18 goles.
El joven futbolista no sabía que, tras estas temporadas de auténtica locura, había despertado el interés de uno de los grandes como el F.C Barcelona
Llegada la temporada 08/09, el habilidoso extremo puso rumbo a la ciudad condal en donde desembarcaría en el Barsa “B”. Allí junto a compañeros como Sergio Busquets u Oriol Romeu desempeñó un papel muy consistente durante las tres temporadas en las que jugó con el filial con una recompensa final, el debut con el primer equipo.
El 3 de octubre del Año 2010 en un partido que terminaría 1-1 entre Barcelona y Mallorca, el “despeinado” andaluz debutó en la categoría de oro del fútbol español.
Tras esto terminó esa temporada disputando prácticamente todo con el filial y, llegando a disputar 3 encuentros coperos con el primer equipo y otro liguero que sumaba a su casillero. Así terminó su etapa en Cataluña con 107 partidos con el filial además de los 5 con el primer equipo, en donde anotó 29 goles más.
Tras terminar contrato con el F.C Barcelona, el extremo español puso rumbo al gigante portugués. A su llegada a Benfica, Nolito tuvo un primer año de ensueño en donde disputó 47 partidos y consiguió debutar en la Champions League.
Sus 15 goles y 8 asistencias no le abalaron para seguir en el 11 titular al año siguiente y tras una primera vuelta discreta, el andaluz dio el paso como cedido al equipo de Granada hasta final de temporada. La vuelta a su casa, a Andalucía le sirvió como un escaparate a nivel nacional y tras unos buenos meses atrajo el interés de un equipo de la primera división que, terminaría por ser su amor futbolístico.
No dicen que para hacer bien el amor hay que venir al sur, pues eso es algo que no se sabe bien, pero si se sabe que un gaditano con marcha en los lluviosos páramos de Vigo vino como anillo al dedo. El gaditano aterrizó en Vigo y en cuestión de dos actuaciones buenas ya tuvo a toda la grada de Balaidos rendida a sus pies.
Golazos, recortes, regates y un desparpajo pocas veces visto hicieron que nadie pudiera vivir sin “Nolito I de Galicia”.
3 años de magia que supieron a poco dieron cabida al “prime” futbolístico del “repeinado de Sanlúcar” que no solo conquistaba dentro del campo, sino que su carisma y felicidad era contagiosa también fuera de él. 39 goles y un último año en el que clasificó al equipo a Europa League siendo clave despertaron a otro gigante europeo que, sabiendo lo que le gustaba la celeste, no dudo en ficharlo.
La ciudad de Manchester disfrutó de la magia de «Don Manuel» Durante la temporada 2016/2017 hasta que después de esta, volvió al sur de España nuevamente, recalando en el Sevilla.
Allí disfruto de sus años de mayor madurez futbolística, donde quizás no era su mejor versión, pero si la más experimentada y la que mejores decisiones tomaba. 3 años 14 goles más y un futbol que parecía que se apagaba, hasta que el club de sus amores, que se encontraba en peligro reclamó sus servicios.
Vigo, año 202o, el Celta se encontraba en posiciones de descenso a 2ª división, y su portero titular Sergio Álvarez «O gato de Catoira» sufrió una lesión de gravedad. El celta, sabiendo de sus carencias entró al mercado pudiendo hacer un fichaje fuera de periodo debido a esta lesión, factor que utilizó para repescar al rey emérito de Galicia.
Nolito volvió a casa, desprendiendo un aura especial y con el carisma de un delantero con el dorsal Nº 3 a la espalda. En ese final de temporada ayudó al equipo con 2 goles en 7 partidos y, gracias a el y sobre todo a Iago Aspas «Rey das Bateas» se consiguió la salvación.
Los dos siguientes años fueron de un gran nivel por parte de Nolito, donde disputó 72 partidos entre liga y copa y aportó la notable cantidad de 11 goles tras los cuales se despidió como una leyenda del club de su vida.
Aún le quedaba fútbol para un año más a Nolito, por lo que puso rumbo a Ibiza. No fue un buen año ni individual ni colectivo ya que, el Ibiza consumo su descenso a 1 RFEF y Nolito contribuyo únicamente con 1 gol ante el Lugo.
Tras esta última temporada Nolito colgó las botas con una carrera de ensueño en donde, marcó la asombrosa cantidad de 140 goles siendo extremo y dejó un legado de magia, compromiso y sobre todo una sonrisa, una sonrisa que no solo se contagiaba, sino que alegraba a todo aquel que la veía y que, podía disfrutar de el tanto dentro como fuera de la cancha. Por eso el fútbol siempre recordara a Manuel Agudo Durán «Nolito», siempre te recordara, así que gracias por todo lo que nos diste maestro.