Nace el mediapunta Lamine Yamal | OneFootball

Todavía es pronto para saber si la decisión de Hansi Flick de colocar a Lamine Yamal (18 años) como mediapunta en el Estadio de La Cartuja fue puntual o si marca el inicio de una estrategia a largo plazo que podría definir el futuro del joven de Rocafonda. En cualquier caso, mover a Lamine hacia el centro del campo representa un nuevo paso en la evolución táctica del ‘10’ del Barça, quien, a pesar de su juventud, ya se ha destacado como desequilibrador desde la banda derecha, jugando siendo zurdo.

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Aunque Lamine siempre evita las comparaciones con Messi, reconociendo al argentino como el mejor de la historia y enfatizando que quiere construir su propio camino, resulta inevitable recordar lo que hizo Pep Guardiola con Leo en el famoso Clásico del 2-6, situándolo como falso ‘nueve’. Flick aún no ha llevado a Lamine a esa posición de forma definitiva, pero sí ha comenzado a acercarlo al área rival, liberándolo de ciertas obligaciones defensivas que normalmente surgen cuando el lateral sube y el extremo debe cubrirlo para no descompensar al equipo. La decisión no parece cerrada, especialmente porque el Barça cuenta con mediapuntas de primer nivel como Dani Olmo y Fermín, pero sumar alternativas tácticas siempre es un valor añadido.

En su nueva ubicación por detrás del delantero, Lamine mostró su capacidad con el balón, tanto para distribuir a sus compañeros como para controlar el ritmo del juego cuando el Barça aceleraba demasiado. Al estar más centrado, tuvo más opciones de pase, conectando con Pedri y contando con Bardghji y Rashford abiertos en las bandas, y con Ferran Torres por delante.

El nuevo Lamine Yamal: Esfuerzo defensivo y goles decisivos

Además de generar peligro y asociarse con sus compañeros, Lamine asumió una faceta clave para Flick: la recuperación del balón. En el minuto 18, el joven corrió hacia atrás con intensidad para arrebatar la pelota a Pablo Fornals, logrando la admiración de su técnico y compañeros. Más tarde, en el minuto 66, robó otro balón a Valentín Gómez y lo entregó rápidamente a Bardghji, creando otra oportunidad. Entre sus acciones destacadas, también anotó el 1-5 de penalti con gran tranquilidad. Tras el partido, Flick elogió su trabajo defensivo y reconoció que no había practicado previamente su nueva posición más centrada.

Esta apuesta táctica ya había mostrado un pequeño avance en los minutos finales del Clásico perdido en el Bernabéu en octubre, cuando Lamine estaba limitado por la pubalgia. La decisión de centralizarlo busca normalizar situaciones en las que pueda tener un mal día como extremo, aprovechando su calidad para que incluso un partido irregular en el desequilibrio pueda transformarse en brillante a través de pases o remates. Lo más importante es que Flick confía en él, y Lamine también se siente cómodo con este nuevo rol.

Autor: Manuel Carmona

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