Revista MadridistaReal
·10 Januari 2025
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Las planificaciones deportivas del Real Madrid siempre suelen ser tema de polémica. Más aún cuando aparecen las lesiones. La zaga blanca ha sido uno de los desacuerdos más grandes entre el madridismo.
Con la marcha de Nacho, la lesiones graves de Militao y Carvajal, el Real Madrid veía como su defensa se tambaleaba. Incluso Joan Martínez, apuesta del club y del cuerpo técnico durante la pretemporada, sufrió una lesión de rodilla antes de comenzar la campaña.
En ese punto se abrió el debate: ¿Necesita el Real Madrid fichar a un central?
Sinceramente, la realidad es que parecía que sí. En la temporada más larga que se recuerda, parecía un suicidio no hacerlo. Pero el mercado no ofrecía opciones reales. Por un lado, el alto coste de cualquier futbolista por el que el Real Madrid preguntase y, por otro, que el nivel de esos futbolistas no valía los millones que exigían sus clubes.
En esa tesitura y con el mercado aún por abrir, emergió una figura de la cantera. Mi padre, de la vieja escuela, siempre ha preferido a los chavales de la casa. Aquellos que vivieron la quinta del buitre, echan de menos que se tire de la fábrica. Confían en el nivel de los chicos formados en las inferiores del Real Madrid y consideran que no es necesario tirar de talonario cada vez que hay un imprevisto.
Raúl Asencio ha sido el encargado de darles la razón. El central de 21 años, no era ni siquiera la primera opción entre los canteranos. Sin embargo, por circunstancias de la vida, su oportunidad llegó antes Osasuna. Hay gente que ante la oportunidad de su vida se amilana, hay otros, como Raúl, que se vienen arriba y muestran mejor nivel del esperado.
En aquel debut, asistió a Jude con un pase más digno de Toni Kroos que de un central. Sin embargo, siempre he pensado que un defensa, antes de saber jugar el balón, debe defender. En eso, Raúl es impecable.
Si por algo ha destacado Asencio, es por ser, como diría Ancelotti, un defensa pesimista. El canterano va a cada balón como si fuese el último. Siempre está concentrado y bien colocado. Es bueno en el balón aéreo y también a campo abierto. Tiene lo mejor de Nacho y de Sergio Ramos.
Justin Setterfield/Getty Images
Pero es que además de defender, Asencio tiene una gran salida de balón. El balón no le quema en los pies y es capaz de romper la primera linea de presión rival. Encuentra fácilmente a sus compañeros con pases verticales en corto y en largo. Incluso en alguna ocasión se atreve a conducir con mucho rigor. La definición de un defensa moderno.
Por si todo esto fuese poco, ha demostrado que está preparado para la presión. Le han pitado en varios estadios y lejos de esconderse, ha jugado como si no fuese con él. El precio de jugar en el Real Madrid a veces es muy elevado, pero Raúl Asencio está dispuesto a pagarlo.
A los pocos partidos, fue titular en Liverpool, el equipo más en forma de toda Europa y parecía que llevase jugando en el Real Madrid toda su vida.
Con el regreso de Tchouameni, Asencio ha sido relegado al banquillo. Sin embargo, incluso desde ahí, está siendo importante para Ancelotti. El italiano confía en el canterano cuando se trata de cerrar los partidos. El técnico madridista está premiando a Asencio con minutos en todos los partidos y parece que el chaval se ha ganado la confianza del jefe porque siempre está preparado.
Dicen que los datos no engañan y en 5 partidos en los que Asencio ha sido titular, el Real Madrid ha dejado su portería a cero en 3 de ellos. Señal de que, el canterano encaja como anillo al dedo en el equipo.
Algo que ha enamorado al madridismo, es el carácter de Asencio. El chaval se no se amilana, ya lo dejó claro en ese encuentro con Darwin Núñez en Anfield, también ayer con Maffeo. Tiene carácter y alma de líder y aunque alguno diga que «lleva dos días en esto» demuestra tener más callo del que muchos piensan.
El Real Madrid ha encontrado oro en su cantera. Lo que era un problema, se ha convertido en un descubrimiento. La sensación con Raúl Asencio es que el conjunto blanco tiene central para rato y el club ya trabaja en su renovación. Y la realidad es que, viendo como ha actuado el club con Joan y los mimbres de Aguado, no parece que vaya a ser el último.
El madridista de la vieja escuela vuelve a sonreír porque la cantera está más viva que nunca y Asencio es la viva prueba de ello. A veces es bueno escuchar a los más veteranos. Ya saben eso de veteranos y noveles…