Parceros, nada de nervios, el DIM siempre gana los clásicos importantes | OneFootball

Parce, calmate que este cuento ya nos lo sabemos. Cuando se viene un clásico, la ciudad se divide, las emociones se suben y los nervios quieren hacer de las suyas. Pero pa’ nosotros, los del Poderoso, esto ya es territorio conocido. Es que Medellín tiene una maña pa’ aparecer cuando el momento lo pide, y más si es en un clásico bravo. ¿Te acordás del 2004? Claro que sí, ese clásico quedó tatuado en la memoria de la hinchada. ¡Clásico importante, clásico ganado!

Y es que el Medallo no se asusta con luces ni con nombres. A nosotros no nos tiembla la camiseta cuando el partido es decisivo. Si algo tiene este escudo es historia de aguante, de garra y de corazón gigante. En los momentos grandes, los que se achican son otros. Nosotros salimos con el pecho inflado, con la mirada fija en la gloria y con el alma rojinegra a punto de estallar.

Los clásicos importantes tienen dueño, y ese dueño viste de rojo. No es cuento, es costumbre. Cuando hay que ganar, el Medallo responde. Lo hemos hecho en finales, lo hemos hecho en semifinales, y lo vamos a volver a hacer este domingo. Porque cuando hay que marcar territorio, los del Pueblo no se esconden, ¡se lucen!

Y no es solo hablar por hablar, es hablar con pruebas. En 2004, por ejemplo, les dimos una lección de fútbol, huevos y clase. Les ganamos con autoridad, con la camiseta empapada de entrega. Desde ese entonces, cada vez que se viene un duelo de peso, la historia se pone del lado del Medallo. ¿Por qué? Porque este equipo tiene una conexión mística con los partidos bravos. Nacimos pa’ la guerra.

Así que nada de nervios, mi hermano. Que si algo tiene este equipo es memoria y orgullo. Cuando la gente empieza a dudar, el Medallo responde con fútbol. Cuando la ciudad necesita un golpe de autoridad, nosotros alzamos la mano. Y este domingo, créeme, no va a ser la excepción. Ya huele a clásico ganado, y el aire está cargado de ese olor a victoria que solo el DIM sabe producir.

Pase lo que pase, siempre con la frente en alto, pero con fe total de que este domingo rugimos en el Atanasio. Porque el rojo no va al estadio a ver qué pasa, va a escribir historia. Va a mostrarle a la ciudad, una vez más, quién tiene el corazón más grande. Y si hay que meter pierna, se mete. Si hay que jugar bonito, se juega. Pero lo que no se negocia es el carácter.

Entonces pilas pues, hinchada poderosa, que este clásico no es pa’ sufrirlo, es pa’ gozarlo. Que si hay presión, mejor. Porque el Medallo crece con la presión. Que si es importante, más sabroso. Porque los clásicos importantes son nuestro pan de cada día. ¡Vamos con toda, que el domingo la ciudad vuelve a ser roja, como en el 2004! ¡Con respeto, pero con verraquera, el clásico es nuestro!

Y ya que estás tan conectado con la energía del clásico, ¿qué esperás pa’ caer al foro del Medallo? Allá estamos todos los parceros tirando data, reviviendo partidos, pelando tácticas y parchando sabroso con el corazón en rojo y azul. Es como una tribuna virtual, parce, donde el aguante no descansa. No importa si estás en Laureles, en Boston o en otro país, allá se siente como en Occidental Popular. ¡Unite ya y caé con toda, que la familia poderosa te espera con los brazos abiertos y el teclado encendido!