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·21 November 2025
Promesa del city deja el fútbol para estudiar en Oxford

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La historia de Han Willhoft-King podría haberse escrito con el guion clásico de cualquier joven talento del fútbol inglés ascenso meteórico, entrenamiento con estrellas de élite y un futuro brillante en la Premier League. Sin embargo, el que fue uno de los proyectos más prometedores del Manchester City ha decidido romper con todos los moldes. Ha dejado el fútbol profesional para matricularse en la Universidad de Oxford y estudiar Derecho. Una decisión que para muchos roza la locura, pero que para él se convirtió en una necesidad vital.
Todo ocurrió en un momento en el que su carrera parecía ir “viento en popa”. Estaba integrado en la dinámica del primer equipo del City, bajo la mirada y el exigente método de Pep Guardiola. Pero mientras desde fuera todo aparentaba éxito y oportunidades, por dentro crecía un sentimiento inesperado. “No sé qué era, quizá el entorno. Yo también me aburro a menudo”, confesó a The Guardian. Aquel mensaje, tan sincero como inquietante, terminó siendo la llave de una salida que pocos vieron venir.

Han Willhoft-King Mnachester City
Willhoft-King reconoce que hasta “90 personas” le preguntaron por qué renunciaba a la carrera para la que parecía haber nacido. La respuesta fácil habría sido culpar a las lesiones, pero él prefirió contar la verdad: su incomodidad no empezó en Manchester, sino en el Tottenham, donde vivió lo que describe como “una época bastante oscura”.
Su vida dio un giro inesperado cuando un invitado del club ofreció una charla sobre becas universitarias en Estados Unidos. Aquella conferencia encendió una nueva ambición y lo llevó a rechazar ofertas de los Spurs para aceptar una beca en UCLA para enero de 2025. Su intención inicial era compaginar el fútbol con los estudios, pero entonces apareció el Manchester City. Y en sus palabras: “Sentía que siempre me arrepentiría si no llegaba al Manchester City”.
A pesar de la emoción inicial, la realidad del día a día en la élite europea pronto le mostró el otro lado del sueño. “Entrenar con el primer equipo se convirtió en algo que nadie esperaba con ganas”, confesó. La sensación que debería haber sido estimulante se transformó en un desgaste emocional.
“Íbamos corriendo tras la pelota como perros durante 60 minutos. No es una experiencia muy agradable, especialmente cuando intentas presionar a De Bruyne, Gündogan o Foden. No puedes acercarte a ellos”, relató. Aquella frustración cotidiana terminó derrotando la ilusión.
En medio de esa rutina asfixiante, Willhoft-King tomó distancia emocional y visualizó su futuro. Lo que vio no le convenció. “Ganas buen dinero. ¿Pero cuánto lo disfrutaría? En mi cabeza no estaba seguro”, reflexionó. Y luego añadió la cuestión clave: “En el mejor de los casos: jugarás durante 10, 15 años y después de eso, ¿qué?”.
Tras aprobar el examen de acceso a Oxford, cerró una etapa que muchos considerarían el sueño de una vida, pero que para él se había vuelto una condena silenciosa. Hoy, sentado en las aulas de una de las universidades más prestigiosas del mundo, asegura haber encontrado un sentido que el fútbol ya no podía darle.
Willhoft-King dejó el Manchester City, dejó la Premier League, dejó la carrera que parecía escrita. Y en ese salto al vacío encontró algo que llevaba demasiado tiempo buscando: paz.









































