
La Galerna
·27 Agustus 2025
Prosigue la vergonzosa campaña antiVini

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·27 Agustus 2025
Buenos días, amigos. Encabezado por El Chiringuito de Josep Pedrerol, seguido por el Universo Marca y completado entre otros por las terminales mediáticas cataculés, prosigue el vergonzoso linchamiento público a Vinícius Jr.
El que una serie de medios la hayan tomado contra el brasileño no debería ser materia que nos preocupara si no fuese porque son seguidos por muchos miles de personas, y al linchamiento moral de imprenta y antena sigue el sociológico, que de momento es moral también, hasta que un día ocurra un desastre que ojalá se pueda evitar. De momento, la cosa se circunscribe a cánticos vejatorios y ruidos guturales. Con ser grave, no es nada en comparación con lo que puede llegar a ser si esto no se detiene ya.
Vinícius es uno de los cuatro únicos futbolistas en activo que han ganado dos Champions Leagues marcando en ambas finales. No atraviesa por su mejor momento, pero hace meses era generalmente considerado el mejor del mundo incluso, a regañadientes, por sus recalcitrantes odiadores. Algunos siguen con sus insultos racistas, como se vio en Oviedo. A otros les ha valido con la escasa inteligencia que portan para dejar atrás los gritos simiescos, sabedores de que están mal vistos, y han preferido ahondar en la herida del pequeño trauma personal de Vini con el Balón de Oro a base de cantarle lo del balón de playa, portando los suyos a la grada.
Qué gracioso y qué simpático. Qué enorme mérito tratar de escapar de tu mediocridad hinchando un balón de playa para ahondar en el pequeño trauma de uno de los mejores deportistas del planeta. Qué fina, qué artística ironía. Grandes genios del humor, desde Noel Coward a Oscar Wilde, pasando por Gila y PG Wodehouse, estarían orgullosos de ellos.
Los medios señalan, las masas les siguen y queda la última vuelta de tuerca: los medios haciéndose eco de lo que hacen las masas y celebrándolo. Celebrándolo incluso periodistas por quienes sentíamos estima personal.
A la subdirectora de Mundo Deportivo, como veis, le hace muchísima gracia lo del balón de playa. Tanto que no solo titula su artículo como veis, sino que lo adorna con párrafos como el siguiente.
“France Football debería crear un Balón de Platino para premiar la carrera del ocho veces Balón de Oro Leo Messi o la de Cristiano Ronaldo (5), como Vinicius debería ostentar de por vida el título de ‘Balón de Playa’ que no tiene nada que ver con su calidad innata para jugar al fútbol, sí por su actitud retadora, chulesca y despectiva en los terrenos de juego que además incita a un debate nocivo para nuestro fútbol y nuestra sociedad”.
La temporada lleva dos partidos, en los cuales Vinícius no había sido noticia por ningún asunto extradeportivo. Vinícius no había jugado jamás en el Tartiere (no solo en este año: nunca). Y sin embargo fue recibido con silbidos, insultos y (parcialmente) cánticos simiescos. A ello respondió con un feo gesto, mandando a Segunda a un sector de la grada. Pero la palabra clave es esa: RESPONDIÓ.
Para Cristina Cubero, sin embargo, parece que quien empezó la guerra fue Vinícius, ya que habla de su actitud presuntamente “retadora, chulesca y despectiva” como si no tuviera un contexto, como si partiera de cero. De las actitudes por supuesto versallescas de Lamine Yamal sobre esos campos de Dios no tiene, al parecer, nada que decir.
“Vinicius volvió a ser protagonista por sus gestos en el Carlos Tartiere enviando a una parte de la afición del Oviedo ‘a Segunda’ en un gesto tan feo como innecesario”, dice Cubero. Feo sin duda. Innecesario lo será en tanto en cuanto la ofensa no necesite una respuesta, porque el primer ofendido había sido Vinícius. Qué curiosa es la hipocresía a través de la cual se supone que uno puede ir a un estadio a acosar a un futbolista, pero luego hacerse el ofendidito si dicho deportista se reafirma al marcar un gol a tu equipo o brindar una asistencia. Estas cosas han ocurrido desde que el fútbol es fútbol, pero la ejemplaridad solo es exigida, como sabemos, al futbolista que viste de blanco, sometido a la vigilancia implacable de un ejército de monjas y monjes de nuevo cuño.
“Vinicius necesita a su lado a un Carles Puyol que le afee los gestos inmaduros, un capitán que le transmita valores y le enseñe, como hizo con Gerard Piqué”. Esta es buenísima, Cristina. Esperamos que a Carles Puyol le vaya mejor en otras iniciativas, porque si hay que guiarse por su éxito en inculcar valors a Piqué, estamos aviados.
Prosigue Cubero: “Provocar sólo te lleva a perjudicarte a ti mismo y al equipo. Xabi Alonso tiene un problema tan grande como padece el Real Madrid como club y entidad basada en la proyección de unos valores”. ¿No será que el problema lo tiene una sociedad enferma de envidia con el que triunfa, o sea, con el Real Madrid, y que ahora es Vini pero antes fue Cristiano y antes Guti y antes Míchel y antes Juanito? ¿No será que esa envidia, pecado capital español por excelencia, es capaz de alcanzar las más repugnantes cotas de racismo, homofobia o simple crueldad cuando se concreta en su vertiente antimadridista, que es la más conspicua de todas?
Con todo, lo más desolador del artículo es su culminación: “Pero el problema nos afecta a todos como sociedad cuando el brasileño quiera justificar sus actitudes enarbolando otras banderas. Avisados estamos”.
Pues sí. Avisados estamos de que hay quienes quieren trivializar la lucha contra el racismo porque Vinícius les cae mal.
Os dejamos con las portadas de la jornada. Pasad un buen día.