Raphinha lidera la remontada del Barcelona ante el Alavés | OneFootball

Dani Olmo celebra el segundo gol de la tarde junto a Pau Cubarsí y Robert Lewandowski.David Ramos/Getty Images

El Barcelona salió del Spotify Camp Nou con una victoria trabajada por 3-1 ante el Alavés, un resultado importante tanto por lo que suma en la tabla como por lo que repara en el ánimo tras una semana de turbulencias. El partido empezó con un jarro de agua fría: ni siquiera había pasado un minuto cuando un córner mal defendido permitió a Pablo Ibáñez empujar el 0-1 prácticamente en la primera acción del encuentro. El desconcierto inicial fue evidente, con la defensa blaugrana sorprendida por la descoordinación, y el murmullo en la grada se hacía sentir antes de que el juego terminara de asentarse.

Pero la respuesta del equipo fue tan veloz como necesaria. Apenas siete minutos más tarde, Lamine Yamal recibió un centro de Raphinha y soltó un zurdazo ajustado que igualó el marcador. El gol no solo alivió tensiones, sino que devolvió al Barça la personalidad que había extraviado en ese arranque caótico.

Lamine Yamal anota el 1-1 tan solo siete minutos después del gol del AlavésDavid Ramos/Getty Images

A partir del empate, el partido cambió de tono. El Barcelona comenzó a dominar la posesión con más criterio, a presionar más arriba y a instalarse con constancia en campo rival. En ese tramo emergió la figura de Raphinha, que volvía al once titular y aportó verticalidad y determinación. El brasileño fue clave para romper líneas por izquierda y, sobre todo, para asistir a Dani Olmo en el 2-1: un envío preciso que dejó al mediapunta español en posición de remate, culminando una jugada que el equipo necesitaba para consolidar su reacción.

En la segunda mitad, el encuentro se inclinó todavía más hacia el lado azulgrana. El equipo de Flick no generó un vendaval de ocasiones, pero sí administró con inteligencia los tiempos del juego, evitando que el Alavés encontrara continuidad. La posesión se hizo más amplia, los movimientos fueron más pausados y la presión tras pérdida funcionó mejor. Aun así, no todo terminó en gol gracias a Antonio Sivera, que firmó varias intervenciones de mérito para mantener a los vitorianos con vida.

El Barcelona necesitaba cerrar el partido para evitar cualquier sobresalto y lo consiguió en el descuento, cuando una transición rápida encontró a Yamal liderando la carrera hacia el área rival. El extremo, que había sido un problema constante para la defensa del Alavés, asistió esta vez a Dani Olmo, que definió con serenidad para firmar su doblete y sentenciar el 3-1 definitivo.

El triunfo deja al Barcelona momentáneamente en lo más alto de la tabla y, más allá de la clasificación, ofrece señales positivas: reacción inmediata tras el error, liderazgo de los jóvenes, influencia de los regresos y una mejora visible en la estructura del equipo con el paso de los minutos. El Camp Nou se marchó satisfecho no solo por el resultado, sino por la sensación de que el equipo supo competir un partido incómodo y corregir sus propios desajustes. En una temporada de exigencia máxima, victorias como esta valen más que los tres puntos que suman.