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·8 Oktober 2025
Rincón del Turco: Duele más

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·8 Oktober 2025
«Y no te duele, el verme herido, y por tu culpa, cada vez más confundido, nada te anima, no determinas, sabiendo yo, que cuando quieras todo esto lo terminas» Duele más – Grupo Niche.
Tanto el fútbol como la vida misma se sostienen desde los pequeños actos, de esos elementos, a la vista sutiles, pero para el corazón tan significantes. Máxime, cuando se trata de transformar esos modismos y costumbres que se saben dañinos para el otro, que causan dolor y pesadumbre en el alma, y que, al tener, aunque fuese la voluntad de modificarlos, se marca la intención de darle paz y bienestar a una interrelación.
El tema es que, cuando ni en la cancha ni en el corazón hay una propuesta de cambiar esa realidad, la rutina tóxica sigue siendo la misma, y el mal que genera, es más profundo, más destructivo, y más aún cuando se tiene plena conciencia de las causas de tal desquebrajamiento, pero las formas no distan mucho de lo ya vivido.
Eso fue lo que le pasó anoche a América en El Campín. Lo de ayer fue otra oda al auto sabotaje, una implosión generada por tres errores, uno desde el banquillo y dos en el campo de juego, que le entregaron en bandeja en un resultado a Millonarios, que deja el rival absolutamente vivo en la pelea por clasificar, y a nosotros haciendo una cuenta con tintes de quimera, para evitar estrellarnos con la realidad de una eliminación temprana y dolorosa.
Ayer América pierde el partido de la forma más cruel y estúpida posible, resignando todo lo bueno que había hecho durante 60 minutos, guardarse de forma timorata, cobarde, y raquítica a esperar que lo bombardearan a punta de pelotazo. Mal haría yo en decir que Millonarios encontró el triunfo, porque a final de cuentas, de eso también se trata este deporte, de aprovechar los yerros del contrincante,
En 14 minutos el equipo se inmoló. Se puso una bomba de tiempo sin necesidad de la intervención contraria, y le estalló en sus fauces para mandar a volar por sus aires el atisbo de esperanza que se abrió con el gol de Lucumí. Somos una máquina de auto saboteo, porque nos cuesta rematar los partidos, porque le entregamos iniciativa, pelota e intención, al contrario, y ya se nos hizo costumbre, que el del frente sí saque réditos.
No tuvimos mejor idea que mandar al tacho de la basura la elaboración de juego con la que llegó el Gol, solo para encaramarnos en nuestra propia portería a esperar que pasaran los minutos. No se nos ocurrió cosa más grandiosa que desmontar lo que se intentaba hacer en ataque, y como castigo, justo por demás, Graterol se manda la pifia de la noche, y Bocanegra manda al Carajo el correcto partido que hacía, para mandarse una mano de basquetbolista y darle a Millonarios un penal tan absurdo, como evidente.
Duele mucho perder así, y duele más ver que la institución sigue dándole a la espalda su afición en la capital. La semana entrante serán ya 6 años que cumplirá América sin sacar un triunfo en la ciudad de Bogotá, en la que tanto su ufana de decir que es su segunda casa.
Duele mucho más que, cuando el azul está tambaleante, o necesita un empujón para asomar la cabeza, América aparece como su solución más cercana. Basta con ver los últimos antecedentes para entender que somos su «Vieja confiable», y eso, al hincha americano en Bogotá, no le cala ni un poco.
Y duele más que nos crean tan cándidos. Que piensen que, por sacar una prenda con detalles emotivos, (Muy bonita por demás, eso sí), le están poniendo una cura una herida de bala, ocasionada por una institución fragmentada, derruida en sus cimientos, sin norte y objetivo desde lo dirigencial, sin paz desde su autogolpe de estado, y sin argumentos desde los futbolístico y actitudinal.
Duele, y duele más, cuando a las malas nos hacen entender qué poco y nada va a cambiar, y que esta relación se sigue rompiendo desde los hilos más delgados.
Cualquier sugerencia, queja, o lo que quieran manifestarme, pueden hacerla a través de mi cuenta de Twitter @UnMequetrefeMas; nos leemos en una próxima oportunidad en este “Rincón del Turco”. Un abrazo para todos