Rincón del Turco: Uno más a la lista | OneFootball

“Porque al amor, no se le puede mentir, una mentira le hiere, cómo le duele el amor” Verdades – Hansel Camacho.

Disculpe usted, amigo lector, disculpe usted, amiga lectora, si arranco hablando de mí, pero debo contarle que, cuando planteé en el grupo de Datos Americanos el regreso de esta tribuna, no creí hacerlo con la amargura y el dolor en el corazón con el que me senté a escribir estas líneas. Muy por el contrario, debo confesar que solicité este retorno con ansiedad, con ganas de ver qué podría suceder, y sí, también con algo de ilusión de, por fin, regresar a una final.

Pero el fútbol suele ser un deporte cruel con sus aficionados, en el que se sufre y se maldice mucho más de lo que se logra disfrutar, y conmigo no fue la excepción. Otra vez, como ya se ha hecho canon, América no pudo asestar ese golpe de autoridad que le permitiese pensar seriamente en la posibilidad de jugar una final; Otra vez, este equipo tuvo en sus manos la ocasión de prenderse en la lucha por un título, y terminó arrastrando la dignidad, de forma inmisericorde con su hinchada.

Y sí, es una sensación terriblemente dolorosa, pero nada desconocida para la fanaticada Americana; basta con echar a andar el carrete hacia atrás, tal vez los últimos cinco o seis semestres, y nos daremos cuenta que tal decepción en los encuentros donde había que sacar credenciales, es ya un patrón, una patología ya crónica, y casi que de estudio.

Recapitulemos entonces: Medellín en 2022 II, Millonarios en 2023 I, otra vez el DIM en 2023 II, Alianza PetroValledupar en el papelón la Suramericana de 2024, Once Caldas en 2024 ll, Atlético Nacional en la final de Copa de 2024, o Huracán en la Suramericana 2025 (Aunque por esos “milagros inesperados se terminó clasificando). Siempre un partido bisagra, -casi- siempre en el Olímpico Pascual Guerrero, y siempre sucede algo que desmorona todo; una mano, un penal fallado, como en par de ocasiones, una pelota clarísima que se dilapida frente al arco rival, o simplemente, el partido horrible del semestre, ese en el que no sale absolutamente nada, y hasta las “figuras” terminan contagiadas de un funcionamiento colectivo desastroso.

El de anoche, frente al Deportes Tolima, fue ESE mal partido. El equipo se descuadernó después de la primera anotación del rival, proveniente de una jugada que ya los dirigidos por Rescalvo habían mostrado en estos cuadrangulares, pero ya sea por impericia, o por puro desconocimiento de quienes deberían estar atentos a esos detalles, nos la cobraron en, tal vez, uno de los goles más ingenuos que América haya encajado en el último tiempo, o por ahí, empatado con el que encajó ante Racing de Montevideo.

Aún con la ardentía con la que se finalizó el primer tiempo, el equipo nunca se encontró. El segundo tiempo, con el gol de camerino de Kevin Parra, destruyó toda ilusión de ir por el triunfo. Los referentes casi que desaparecieron, no se llegó más al arco defendido por Fiermarín, y el adversario se sintió tan cómodo, que encontró todas las libertades para contra atacar, anotar el tercer gol, y desterrar el último atisbo de, si quiera, rescatar un punto jugando en condición de local.

Con figuras de postín, o sin ellas, pero los males siguen siendo los mismos. Jugamos otro cuadrangular pensando en el momento que desde la cúpula saldrán a hablar en los micrófonos, o si es que los “referentes” tienen la cabeza puesta en el objetivo, o si están pensando en la convocatoria a selecciones nacionales, o en el club en el que continuarán su carrera, o en el destino de sus días de veraneo post eliminación. El ambiente enrarecido, el miedo constante, el fuego cruzado entre la misma hinchada, la pelea por si el estadio se llena, por si se abonó, por si va a la previa…Todos los síntomas, repetidos uno a uno, cuan si fuese un manual, la cura muy lejana.

Solo nos queda un hilo muy delgado, que tendrá que engrosarse o romperse, dependiendo de lo que suceda en el Metropolitano, y con el ojo visco, mirando hacia el Atanasio Girardot. Por ahora, sume uno más a la lista.

Cualquier sugerencia, queja, o lo que quieran manifestarme, pueden hacerla a través de mi  cuenta de Twitter @UnMequetrefeMas; nos leemos en una próxima oportunidad en este “Rincón del Turco”. Un abrazo para todos.