Ter Stegen lanza un ultimátum al Barça | OneFootball

A pocos días de comenzar la pretemporada, el club se encuentra atrapado en una situación que nadie esperaba. Las decisiones del pasado han desembocado en un conflicto que puede costar muy caro.

El problema tiene nombre y apellidos: Marc-André ter Stegen. El portero alemán ha dejado clara su postura al Barça. No piensa moverse. Tiene contrato hasta 2028 y no contempla ninguna salida que no sea con todos los pagos por adelantado. Si no cuentan con él, que lo echen. Pero que paguen hasta el último euro acordado.

En el club no esperaban tanta firmeza. El fichaje de Joan García debía activar una salida pactada. Incluso se avanzó la renovación de Wojciech Szczesny, ya acordada hace tres semanas. Pero todo está en pausa. El efecto dominó no ha empezado. Y el primer obstáculo es el más grande.

Ter Stegen está indignado con la dirección deportiva. Se siente traicionado. Afirma que jamás se le informó del plan del club. Y acusa a dirigentes de filtrar información para debilitar su imagen. Según su entorno, hubiera aceptado una salida pactada si el trato hubiese sido diferente. Pero ahora ha cambiado todo.

Quiere quedarse. Y competir. Asegura estar en un momento físico excelente. Cree que puede ganarle el puesto a Joan García. No se ha reunido aún con nadie del club. Pero tendrá que hacerlo con Hansi Flick en julio. El técnico le expondrá la realidad sin rodeos.

El Barça, por su parte, ya ha asumido que la solución no será fácil. Está dispuesto a darle la carta de libertad. Pero no a pagarle todo el contrato. Se baraja una cesión. Incluso un despido, como se hizo en la sección de baloncesto. Pero con un jugador como Ter Stegen, sería una medida extrema.

Mientras, el caso paraliza movimientos. El acuerdo con Szczesny sigue sin firmarse. Y no lo harán hasta resolver la salida del alemán o al menos asegurar la inscripción de Joan García. El mensaje es claro: presión interna para forzar una decisión.

Ter Stegen ha rechazado ofertas de Mónaco, Galatasaray e incluso del Chelsea. Su postura es firme. No busca club. Quiere seguir en el Barça. Y si hay que llegar al último día de agosto, lo hará. Porque esta vez, el pulso no será fácil de ganar.