Tomás Roncero habla de 'ridiculé' por el escenario del Barça-Valencia | OneFootball

La polémica por el partido entre el FC Barcelona y el Valencia no cesa. El encuentro, correspondiente a la próxima jornada de LaLiga EA Sports, debía jugarse en el Camp Nou provisional de 27.000 plazas. Pero el Ayuntamiento todavía no ha firmado los permisos de final de obra y el estadio no está disponible.

Ante este bloqueo, el club culé ha solicitado disputar el choque en el estadio Johan Cruyff, con apenas 7.500 localidades. Y se han encendido todas las alarmas en el fútbol español.

En el reglamento de LaLiga se establece que los estadios de Primera División deben contar con un aforo superior a los 15.000 espectadores. El Johan Cruyff no cumple este requisito. Y, pese a ello, desde el Barça se intenta sacar adelante la celebración del duelo en su campo de Sant Joan Despí.

La situación ha desatado indignación en el Real Madrid y en el resto de clubes, que ven un trato de favor intolerable.

Para acabarlo de arreglar, ante la falta de aforo, el Barça no cederá ninguna entrada al Valencia. La decisión de Laporta ha generado indignación en la capital del Turia.

La indignación del Real Madrid

En el Real Madrid se vive este tema con máxima irritación. El club blanco denuncia que, si fuera el conjunto madridista quien se encontrara en esa tesitura, jamás se permitiría un escenario similar. En el Bernabéu recuerdan que la normativa está clara y que el Barça no debería saltársela con la complicidad de LaLiga.

La directiva madridista entiende que jugar en un estadio con aforo tan reducido supone una ventaja competitiva evidente. La presión ambiental que ejerce el Camp Nou provisional no tiene nada que ver con la de un campo tan pequeño. Y en teoría el que sale beneficiado es el Barça.

Además, consideran que esta maniobra supone un agravio para todos los clubes que cumplen estrictamente con los requisitos que marca la competición.

Roncero se mofa del “riduculé”

El periodista Tomás Roncero, siempre muy crítico con el Barça, no ha dejado pasar la oportunidad de cargar contra el club blaugrana.

En sus apariciones mediáticas, ha definido la situación como un auténtico “riduculé”, un término que ya se viraliza entre los aficionados madridistas en redes sociales.

Para Roncero, resulta incomprensible que un equipo de la magnitud del Barça dispute partidos de LaLiga en un campo de apenas 7.500 personas. Lo considera un síntoma más de la decadencia institucional y deportiva que vive el club.

“Son el hazmerreír de Europa”, ha llegado a afirmar. Y ha insistido en que ni en ligas menores se aceptan escenarios de tan escasa capacidad para partidos de máxima categoría.

Impugnaciones a la vista

Más allá de las críticas, el Real Madrid y otros clubes se plantean medidas formales. La posibilidad de impugnar el partido está sobre la mesa. Y no son pocos los que creen que habrá una cascada de reclamaciones.

En el madridismo la lectura es clara: si LaLiga acepta esta excepción, quedará retratada ante toda Europa. Y si Florentino Pérez lo permite sin levantar la voz, sería percibido como un silencio cómplice.

Nadie entiende en el Real Madrid los problemas del Barça con su campo | FC Barcelona

Por eso, desde Valdebebas y Chamartín ya preparan un frente común con otros equipos para evitar lo que consideran un fraude competitivo.

La batalla está servida

El Barça quiere jugar en el Johan Cruyff, LaLiga duda, el Ayuntamiento no firma. Y el Real Madrid se moviliza contra lo que considera un atropello. El resultado es una tormenta perfecta que amenaza con desatar una de las mayores polémicas de la temporada.

Lo que está claro es que, juegue donde juegue, el Barça no podrá escapar del riduculé bautizado por Roncero.