OhNacional
·2 Juni 2025
Un grato recuerdo del enfrentamiento contra Sao Paulo

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·2 Juni 2025
¡Mi gente, se viene lo bueno! Este lunes se armó el bolillero y quedó confirmado: Atlético Nacional se va a enfrentar al poderoso Sao Paulo en los octavos de final de la Copa Libertadores. ¡Sí, señor! Se viene un duelo de esos que huelen a historia, a grandeza, a noches mágicas. El primer round será en nuestra casa, el templo del fútbol paisa, el glorioso Atanasio Girardot en el mes de agosto. Y la vuelta será allá, en el mítico Morumbí, donde ya supimos rugir fuerte.
Pero vea, parceros, este cruce no es cualquier cosa… ¡Este cruce tiene memoria! Porque no se nos olvida, ni se nos va a olvidar, lo que pasó en ese 2016 de ensueño. ¡Ay, papá! Nacional, con todo el power de Reinaldo Rueda, se paró duro frente a Sao Paulo en semis y les mostró cómo se juega con jerarquía, con alma, con estilo. Les ganamos con categoría y nos fuimos derecho a levantar la Copa.
Y eso, mi gente, no fue casualidad. Fue producto del trabajo, del juego colectivo, del corazón de cada jugador y del aliento incondicional de esta hinchada que nunca falla. Ese año hicimos historia, y ahora la vida, que es bien bacana, nos da la oportunidad de escribir un nuevo capítulo. ¡Otro mano a mano con los brasileños, otra chance de dejar huella!
Lo mejor de todo es que jugamos el primero en Medellín, donde la montaña aprieta y el verde se siente en cada rincón. Allá vamos a llenar el Atanasio, a reventarlo de energía, a mostrarle a Sao Paulo que esto no es cualquier plaza. Esto es Medellín, parce. Esto es la casa del Rey de Copas.
Y claro, sabemos que ellos no vienen a pasear. Tienen historia, tienen nombres pesados y estadio de novela. Pero nosotros tenemos alma, tenemos camiseta, y tenemos a la mejor hinchada del continente. Cada uno de ustedes, cada grito, cada aliento, va a jugar ese partido con nosotros. Ustedes también son titulares, mi gente.
Así que, parceros, vayan desempolvando la camiseta del 2016, esa que nos acompañó a la gloria. Vayan preparando la voz, afinando el corazón y soñando en verde. Que se viene una batalla brava, pero bella. Y como siempre decimos los del Verde: si hay que jugar contra la historia, ¡la escribimos de nuevo!
Lo peor para Nacional no fue el empate frente a Once Caldas