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·13 Januari 2025
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Suma y sigue, una tras otra, y ya van catorce. El Atlético de Madrid volvió a disfrutar del sabor de la victoria en su estreno en el Metropolitano en 2025. Un triunfo complicado, de esos que valen doble a final de temporada, que sirvió a los de Simeone para volver a lo más alto de la tabla en LaLiga. Y, lo que es más importante, para cerrar la primera vuelta colgándose la etiqueta de «campeón de invierno».
Para muchos no significa nada, pues los títulos se reparten en los meses venideros, pero es un buen síntoma. Más allá de reflejar el buen rendimiento del equipo, atendiendo a las estadísticas, en doce de las últimas catorce temporadas el campeón de invierno terminó levantando el título. Un patrón que no siempre se cumple, pero que cuenta con muchas papeletas para hacerlo.
El caso es que este Atlético de Madrid es un equipo demoledor. Esa versión de equipo irregular se esfumó tras la derrota ante el Betis en el Benito Villamarín, de la que han pasado ya más de dos meses. Y, desde entonces, el conjunto rojiblanco ha exhibido un rodillo capaz de adaptarse a diferentes contextos de partido para batir a sus rivales. En definitiva, un equipo muy completo que da garantías de solidez sin salirse del partido a partido.
Se podría hablar de muchas claves o razones que traten de explicar el éxito que atraviesa el Atlético de Madrid. Sin embargo, centrando el foco en una de ellas, se puede entender el resto. Si algo ha demostrado el equipo de Simeone es que es un equipo, en mayúsculas. La fuerza del colectivo se demuestra de muchas maneras y el club madrileño lo ha hecho.
Una plantilla que ha sabido sufrir cuando le ha tocado, que ha goleado cuando ha tenido opción y que nunca ha dejado de creer cuando los partidos se enfrascan. Eso, sumado al trabajo realizado por parte de los titulares y de los que entran desde el banquillo, conduce a la situación actual de los colchoneros. Un equipo en racha, líder en LaLiga y que mira, unido, el horizonte próximo que se le acerca.
En un calendario tan apretado, el Atlético afronta seis partidos en diecinueve días. Sin apenas tiempo de descanso entre uno y otro, un margen de tres días por encuentro, la primera estación es copera y conduce a Elche. Un compromiso con trampa ante un equipo que lleva sin perder desde el 8 de noviembre y que está en puestos de ascenso a LaLiga.
El billete a cuartos de final está en juego y a su vez lo está también la posibilidad de mantener viva la racha histórica de victorias consecutivas. Con la de ayer la cifra ya está en catorce, récord absoluto del club. Y el miércoles, el campeón de invierno cambia de competición con la aspiración de sumar un dígito más a su marcador.