Revista La Liga
·23 dicembre 2024
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Marino Hinestroza, futbolista de Atlético Nacional, dio una declaración muy llamativa sobre su propio carácter luego de que su equipo se consagrara campeón de la Liga BetPlay Dimayor. Esa perspectiva contrasta con la de Orlando Rojas, asistente técnico de Alberto Gamero en Millonarios Fútbol Club.
Jugando como locales, los ‘verdolagas’ ganaron 2-0 el partido de vuelta de la final liguera contra Deportes Tolima. Con ese resultado, tras el empate 1-1 en la ida, el conjunto paisa logró su estrella 18 y se ratificó como el más grande de Colombia.
Luego del triunfo, Hinestroza habló con los periodistas en la zona mixta del Estadio Atanasio Girardot sobre sí mismo. Es extraño escuchar esta clase de conceptos por parte de los futbolistas.
«Soy un ‘pelao’ muy ambicioso, que lo estoy ratificando: dos títulos en diciembre. Pienso que siempre he sido así, como lo quieran llamar, ‘deshumilde’, arrogante. Pero tienen que darse cuenta de que para ganar hay que ser así. Ya estamos cansados de ser humildes y no ganar nada. Yo sí soy arrogante, yo sí lo entrego todo, yo sí voy y aliento a la hinchada, yo sí provoco porque eso es lo que da”, dijo de manera contundente Marino.
Muchos creen que esta manera de pensar es una de las claves del éxito de Nacional. En el club ‘verdolaga’ no se conforman sino con ganar, y por eso son ambiciosos.
Esas declaraciones contrastan con las dadas por Orlando Rojas, asistente técnico de Alberto Gamero en Millonarios. En medio de sus vacaciones, el ‘Salvaje’ mostró satisfacción por los resultados del club ‘embajador’ esta temporada.
«Es un balance positivo. No fuimos a la final, pero estamos tranquilos por el trabajo que se ha venido realizando. Yo creo que lo que hemos hecho en cinco años, tres títulos y ocho cuadrangulares seguidos, es importante. La cantidad de jugadores que hemos sacado; no se nos puede olvidar eso», dijo el samario.
Las reacciones de los hinchas de Millonarios ante estas declaraciones han sido de enorme disgusto porque la opinión pública indica que el año del club bogotano fue insatisfactorio.
En 2024, después del título de Superliga, que es el menos importante en juego, el club fracasó rotundamente en la Copa Libertadores, no llegó a la final de ninguna de las dos ligas y fue eliminado de la Copa Colombia en la primera instancia que disputó. Los aficionados sienten que considerar el balance de estos resultados como «positivo» es una perspectiva mediocre y conformista por parte del cuerpo técnico de un club grande.