Derrota condicionada del Atlético Madrid ante el OL Lyonnes (4-0) | OneFootball

El Atlético Madrid cerró la fase de grupos de la Champions con una derrota contundente en el marcador ante el OL Lyonnes, pero profundamente condicionada por el desarrollo del encuentro y por el nivel del rival. En un escenario imponente y frente a uno de los grandes dominadores del fútbol europeo, el equipo de Víctor Martín compitió con orden, personalidad y valentía durante buena parte del partido, hasta que una acción desafortunada y una expulsión muy discutida cambiaron por completo el guion.

La baja de Aitana puede causar la vuelta de una ex-culé

Un Atlético Madrid en decadencia visita al OL Lyonnes

El inicio fue, de hecho, uno de los mejores del Atlético Madrid en Europa esta temporada. El equipo salió bien plantado, con las líneas juntas y sin complejos, logrando incluso incomodar al OL Lyonnes en la salida de balón. La ocasión más clara del primer tramo fue rojiblanca: un cabezazo de Laura Leal que se estrelló en el palo y silenció durante unos segundos el estadio. Fue una acción que pudo alterar el partido y que confirmó que el plan estaba funcionando.

Poco a poco, el OL Lyonnes empezó a imponer su ritmo, empujado por la calidad de Diani, la potencia de Dumornay y la profundidad constante de Chawinga, pero el Atlético Madrid resistía con orden y sacrificio. El primer golpe llegó en el minuto 31 en una acción desafortunada: Boe Risa, en su intento por despejar un centro peligroso, terminó introduciendo el balón en su propia portería. Un gol que rompió el equilibrio de un partido que hasta entonces había estado mucho más parejo de lo que reflejaba la diferencia de nombres.

El momento clave llegó apenas seis minutos después. Luany fue expulsada por un tirón de pelo sobre Bacha, una acción muy protestada por el banquillo rojiblanco y que dejó al Atlético Madrid con una jugadora menos durante más de una hora ante uno de los equipos más letales del continente. A partir de ahí, el margen de maniobra se redujo al mínimo y el esfuerzo físico se multiplicó.

Tras el descanso, el OL Lyonnes no perdonó. En el minuto 52, Renard convirtió un penalti por mano dentro del área y, apenas treinta segundos después, Diani castigó una pérdida en salida para firmar el tercer gol. Dos acciones consecutivas que terminaron de decantar el encuentro y dejaron al Atlético Madrid sin capacidad real de reacción, pese a los intentos de Víctor Martín por reordenar el equipo con los cambios.

Aun así, el conjunto rojiblanco no bajó los brazos. Lola firmó varias paradas de mérito que evitaron un marcador todavía más amplio, mientras Lauren lideró la defensa con carácter y compromiso en un contexto de desgaste extremo. El cuarto gol, obra de Shrader con un potente disparo desde larga distancia, llegó cuando el partido ya estaba completamente inclinado y el Atlético Madrid jugaba más contra el cansancio que contra el rival.

El 4-0 final es duro, pero no explica por completo lo sucedido ni borra lo positivo. El Atlético Madrid compitió mientras el partido fue once contra once, ejecutó bien su plan inicial y logró el objetivo principal: estar en la siguiente ronda de la Champions. La noche deja aprendizajes, refuerza la experiencia europea del grupo y confirma que este equipo sabe competir, incluso cuando el contexto se vuelve casi imposible.

El OL Lyonnes demostró su jerarquía, su profundidad de plantilla y su capacidad para castigar cualquier error. Pero el Atlético Madrid se va de Francia con la certeza de que, con igualdad de condiciones, puede mirar de tú a tú a casi cualquiera. En Europa, eso no es poco.

Autor: Izan Delgado

Sígueme en @izandhh y sigue toda la información y actualidad deportiva en X: @daiguallapelota, y en Instagram: @daiguallapelota.