
Iniestazo
·6 giugno 2025
Descalabro mayúsculo del Barça ante un Unicaja incontestable (59 – 81)

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·6 giugno 2025
Tras el thriller del pasado jueves en el Martín Carpena, el Barça afrontaba el primer matchball de estos Playoffs ante un Unicaja urgido por la necesidad de recuperar el factor pista. El asalto azulgrana al Palacio de los Deportes de Málaga fue ejecutado a la perfección, con una remontada espectacular en el tercer cuarto y una prórroga protagonizada por Justin Anderson, desencadenado en el clutch time.
El cambio de chip de los de Joan Peñarroya tras la montaña rusa de emociones vivida a lo largo de la temporada ha sido innegociable para poder llegar con opciones a competir por el único trofeo que aún pueden levantar. No obstante, delante tenían un oponente que, tras perder el factor cancha, tenía claro que aún no había dicho su última palabra.
El apoyo del Palau también es innegociable | Fuente: @FCBBasket (X)
Joan Peñarroya apostó de inició por el mismo quinteto que asaltó el Martín Carpena y salió a matar la eliminatoria desde la primera posesión. La intensidad de los Playoffs se notaba tanto en el parqué cómo en la grada; sobre la pista, ambos equipos empezaron intercambiando golpes, pero los azulgranas iban con una marcha más de lo habitual. En el gallinero, los Dracs ofrecieron su mejor repertorio de cánticos desde el minuto uno.
El Barça empezó enchufado, pero el contexto del partido favoreció al contacto físico y Unicaja supo sacar ventaja para endosarle a los azulgranas un parcial de 0 – 7 que Joan Peñarroya paró a tiempo. La defensa interior no estaba siendo mala, pero las pérdidas y la defensa perimetral (4 de 8 en triples para Unicaja) condenaron a los azulgranas, que llegaron ponerse nueve puntos por debajo de los malagueños al final del primer periodo (17 – 26).
El exceso de ritmo durante los primeros diez minutos provocó un descontrol desmesurado de un Barça que perdió la inercia con la que arrancó el partido. Los jugadores necesitaban reaccionar y reencontrarse con ellos mismos antes del descanso para mantener con vida las opciones de llevarse el matchball. Sin embargo, los azulgranas seguían sin dar con la tecla y Peñarroya tuvo que parar el partido de nuevo. La presencia de Parra en pista y la conexión entre Satoransky y Fall comenzó a dar sus frutos, pero Kendrick Perry estaba siendo un dolor de cabeza constante para la defensa azulgrana. 13 puntos y 3 de 4 en triples para el base montenegrino, siempre complejo para cualquier sistema defensivo. La momentánea reacción azulgrana quedó en nada y, de nuevo, nueve fueron los puntos que separaron a ambos equipos al término de la primera parte (35 – 44).
Kendrick Perry volatilizó a la defensa azulgrana una vez más | Fuente: @FCBBasket (X)
Tras el descanso, el Barça trató de mantener la concentración, pero no iba a ser tarea fácil. Unicaja estaba atento en las ayudas defensivas y sabían cuándo saltar para desestabilizar a los azulgranas y aprovecharse de la pasividad arbitral con los contactos. El Barça llegaba forzado a los emparejamientos y no era capaz de generar situaciones favorables de tiro, con tan solo 12 puntos anotados en el tercer cuarto y un desparejo 48 – 65 al final del tercer tiempo. Un Barça incomprensiblemente irreconocible con respecto al primer partido en Málaga.
El descalabro del Barça fue tan absurdo cómo injustificable. No hay modo de explicar cómo todo aquello que se presuponía cómo «innegociable» no se puede ofrecer de un partido a otro. Honor a los aficionados que restaron en sus asientos para animar a Keita, Villar y Dani González, en un contexto muy complicado para ellos, con el partido perdido y el ambiente enrarecido. Sin embargo, las últimas escenas del partido, con el Palau medio vacio y los canteranos en pista a falta de tres minutos, antojan la remontada prácticamente inimaginable. Sin jerarquía, sin ideas y sin ambición, con una imagen que deja muy tocada a la afición y prácticamente hundido al equipo, que deberá proponerse con convicción la consecución de una victoria épica en Málaga.