El Fracaso del año el Milán no jugará competiciones Europeas | OneFootball

La temporada 2024/25 quedará marcada como una de las más oscuras en la historia reciente del AC Milan. A pesar de haber coqueteado con una remontada durante abril y parte de mayo, los sueños de una clasificación europea se desmoronaron por completo. Con una jornada por disputarse, el conjunto rossonero está matemáticamente fuera de toda competición continental para la próxima temporada.

Ni Champions, ni Europa League, ni Conference League. Nada el  Milan, que ha sido múltiple veces campeón en competiciones europeas, se ha quedado sin cupo internacional por primera vez desde la campaña 2015/16, cuando finalizó en séptimo lugar. En 2019 también estuvo ausente, aunque entonces por sanción derivada de sus problemas con el Fair Play Financiero.

Esta vez no hubo excusas administrativas. La culpa recae en una campaña decepcionante a nivel deportivo, marcada por el caos desde el banquillo hasta las oficinas. Aunque el equipo logró levantar la Supercoppa Italiana en enero, el resto del curso ha sido una concatenación de fracasos.

El Milan marcha actualmente en el noveno puesto de la Serie A, a 19 puntos del liderato, sin posibilidad matemática de alcanzar el Top-6. Fue eliminado de la Champions League en octavos de final por el Feyenoord, y el golpe final lo recibió hace apenas días al perder la final de la Coppa Italia por 1-0 frente al Bologna, en un encuentro que dejó una imagen apática y sin reacción.

Las críticas no tardaron en llegar, y una de las más duras provino del exjugador Antonio Cassano, quien no se guardó nada:

“Son incompetentes, tienen que quitarse de en medio. El Milan no es una broma, es algo serio. Han convertido al segundo equipo más laureado de Europa en un equipo de media tabla”, sentenció el italiano en referencia a la actual dirigencia.

La temporada ha estado marcada por la inestabilidad en el banquillo. El proyecto de Paulo Fonseca se agotó rápidamente, y la llegada de Sérgio Conceição no logró enderezar el rumbo. Ninguno de los dos técnicos encontró la fórmula para un equipo que, sobre el papel, contaba con talento para mucho más.

A falta de un cierre formal ante el Como, que celebrará su permanencia en casa, el Milan solo puede mirar hacia el futuro con la obligación de reconstruir. La ausencia en Europa tendrá consecuencias deportivas y económicas. La hinchada, exigente como pocas, ya ha hecho saber su descontento.

Una institución de esta envergadura no puede permitirse repetir errores. El Milan deberá repensarse desde lo más profundo. Porque, como dijo Cassano, el Milan no es una broma. Y esta temporada sí lo pareció.