El gol que cambió la historia del Chelsea en Champions | OneFootball

La noche europea del Chelsea ante el Ajax será recordada no solo por la victoria, sino por un curioso relevo generacional que quedará marcado en los registros de la Champions League. En cuestión de minutos, dos jóvenes futbolistas del conjunto londinense rompieron el mismo récord el del goleador más joven del club en la historia del torneo.

Todo comenzó con Marc Guiu, quien con apenas 19 años y 291 días abrió el marcador en Stamford Bridge, adelantando a los blues con un tanto que lo convertía en el goleador más joven del Chelsea en Champions, superando la marca previa de Reece James (19 años y 332 días), también ante el Ajax en 2019.

El tanto fue celebrado con entusiasmo por el público y sus compañeros, convencidos de que el nombre del joven delantero quedaría grabado en la historia del club. Sin embargo, la alegría de Guiu duró solo 28 minutos.

Apenas media hora después, Estevao, la joya brasileña recién llegada desde el Palmeiras, tomó el balón desde el punto de penalti tras una generosa cesión de Enzo Fernández. Con serenidad, categoría y apenas 18 años y 181 días, el atacante transformó el penal y rompió el récord recién establecido por su compañero.

Con ese tanto, no solo se convirtió en el goleador más joven del Chelsea en la Champions League, sino que consolidó su irrupción como una de las promesas más brillantes del fútbol europeo.

Fichado el pasado verano por 34 millones de euros, Estevao ya había dejado su huella en la Premier League, donde marcó el gol del triunfo ante el Liverpool hace apenas dos semanas. Su actuación ante el Ajax confirma que su adaptación al fútbol inglés va a un ritmo meteórico. Su capacidad para asumir responsabilidades en partidos grandes, su técnica exquisita y su mentalidad competitiva a tan corta edad lo perfilan como una futura estrella mundial.

En una sola noche, el templo blue presenció cómo dos generaciones se dieron el relevo en cuestión de minutos: Guiu abrió la historia y Estevao la reescribió. Ambos, símbolos del nuevo proyecto de juventud y proyección del Chelsea, dejaron claro que el futuro del club no solo está asegurado, sino que ya está brillando en el presente.