Fondo Segunda
·20 agosto 2025
El Mirandés provoca un suceso inédito en 20 años

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·20 agosto 2025
El fútbol, tantas veces imprevisible, guarda episodios que parecen pequeños detalles. Pero que acaban escribiendo páginas curiosas de la historia. Eso ocurrió en el estreno liguero del CD Mirandés ante el Cádiz CF en el Nuevo Mirandilla. El conjunto jabato no realizó ni una sola sustitución en los 90 minutos. Un hecho que no se veía en LaLiga Hypermotion desde hace más de dos décadas. En un tiempo en el que la gestión del banquillo se ha convertido en un arte dentro del juego, el Mirandés optó por un camino inusual. El de apostar por la entereza de los once que iniciaron.
Para encontrar un antecedente similar hay que viajar hasta la temporada 2003/04, cuando el Ciudad de Murcia ganó 0-1 al Polideportivo Ejido sin mover ficha desde la banda. Así lo recuerda Vintage Stats. Han pasado más de veinte años desde aquel episodio. Y el fútbol ha cambiado radicalmente. De las tres sustituciones disponibles entonces a las cinco actuales, concebidas como herramientas estratégicas imprescindibles para gestionar el físico, los ritmos y hasta los partidos mismos. Por eso lo del Mirandés es más que una anécdota. Es una rareza estadística y un acto que desafía la norma.
El estreno ante el Cádiz no fue un partido más. El Mirandés, con una plantilla joven y aún en construcción, buscaba arrancar con personalidad frente a un rival recién descendido de Primera. Que el técnico decidiera no alterar el guion puede interpretarse como un voto de confianza absoluto a sus once elegidos. Hubo cansancio, hubo desgaste. Pero también un espíritu de resistencia que transmitió una idea.
Foto extraída de Onda Rojilla
Además, el hecho de que la convocatoria del conjunto rojillo no contase con más fichas profesionales. El banquillo estaba completamente integrado por jóvenes del filial. Y esto también ayudó en la decisión de Fran Justo de no mover pieza.
En la última década, los equipos de Segunda han llegado a promediar más de cuatro cambios por partido. La rotación constante es norma, no excepción. Sin embargo, el Mirandés se salió de ese guion, dejando para la hemeroteca un estreno singular. Más allá de lo puramente numérico, el mensaje puede ser doble. Por un lado, la confianza plena del entrenador en sus titulares. Por otro, la necesidad de que el club complete su plantilla para ofrecer más alternativas de refresco.
El encuentro en el Nuevo Mirandilla quedará como un punto de inflexión estadístico en el fútbol de plata. En un mundo que gira alrededor de la estrategia y la adaptación constante, el Mirandés eligió detener el reloj durante 90 minutos. Puede que no vuelva a repetirse pronto. Pero el recuerdo quedará en los libros. La tarde en que once jugadores jabatillos llevaron la bandera rojilla sin relevo alguno. Porque a veces, en el fútbol, resistir juntos es la mayor victoria.