Fondo Segunda
·18 dicembre 2025
El Real Valladolid paga un peaje médico demasiado alto

In partnership with
Yahoo sportsFondo Segunda
·18 dicembre 2025

Hay ausencias que duelen más por lo que simbolizan que por lo que restan. En el Real Valladolid, la nueva lesión de Marcos André pertenece a esa categoría. Según informa El Norte, el delantero estará alrededor de seis semanas de baja, a falta de confirmación oficial por parte del club. Un nuevo paréntesis físico que vuelve a colocar al brasileño en el centro de un debate incómodo, de esos que no se ganan con goles sino con continuidad.
Porque el problema ya no es una lesión concreta. Es la reiteración. Es la sensación de que cada vez que el equipo empieza a necesitarle, el cuerpo dice basta. Y en una categoría tan exigente como LaLiga Hypermotion, la disponibilidad es casi tan importante como el talento.
El contexto agrava la situación. Marcos André es uno de los futbolistas con ficha más elevada de la plantilla blanquivioleta, un estatus que suele ir de la mano de galones, peso específico y liderazgo ofensivo. Sin embargo, la realidad ha sido otra: constantes molestias, recaídas y una presencia irregular que ha impedido verle encadenar partidos y sensaciones.
En Segunda División, donde el calendario no concede treguas y el barro exige compromiso físico constante, la fiabilidad es un valor premium. Y ahí es donde el Valladolid empieza a sentir el coste —deportivo y estratégico— de una apuesta que no termina de despegar.
La baja de seis semanas no es menor. Supone perder a un delantero en un tramo clave de la temporada, obligando al cuerpo técnico a recomponer el ataque una vez más. Cambian los automatismos, se ajustan los roles y se redistribuyen responsabilidades.
Marcos André, cuando ha estado disponible, ha ofrecido trabajo sin balón, presencia en área y capacidad para fijar centrales. Pero la falta de continuidad ha impedido que esas virtudes se traduzcan en una influencia sostenida sobre el juego. Cada regreso ha sido casi un nuevo comienzo. Y cada recaída, un paso atrás.
El Valladolid ha sido paciente. El club ha protegido al jugador, ha gestionado sus tiempos y ha confiado en que la normalidad física llegaría. Pero el fútbol profesional es un ecosistema sin memoria larga. Lo que cuenta es el ahora, y el ahora vuelve a dejar a Marcos André fuera del campo.

A medida que avanza la temporada, la pregunta deja de ser cuándo volverá y pasa a ser qué papel puede tener realmente. Porque la planificación deportiva no se construye sobre hipótesis médicas, sino sobre certezas competitivas.
Esta nueva lesión también tiene lectura de mercado. Con un salario alto y una disponibilidad limitada, el perfil de Marcos André se convierte en un desafío para la dirección deportiva. No es sencillo mover una pieza así, pero tampoco es fácil sostenerla si el rendimiento no acompaña.
Las próximas semanas serán clave no solo para su recuperación, sino para definir su encaje real en el proyecto. El Valladolid necesita goles, pero sobre todo necesita jugadores que estén. Que sumen lunes, miércoles y domingos.
En el calendario, seis semanas parecen un suspiro. En la realidad competitiva de LaLiga Hypermotion, son una eternidad. Partidos que no esperan, puntos que no vuelven y oportunidades que se escapan.
Marcos André volverá. Como siempre. La incógnita es si, cuando lo haga, el contexto seguirá esperando por él. Porque en Valladolid, como en el fútbol, el talento emociona… pero la continuidad es la que marca el camino.









































