El sueño de ir al Mundial, nuestro Ouroboros | OneFootball

El sueño de ir al Mundial, nuestro Ouroboros | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: Balonazos

Balonazos

·11 settembre 2025

El sueño de ir al Mundial, nuestro Ouroboros

Immagine dell'articolo:El sueño de ir al Mundial, nuestro Ouroboros
Immagine dell'articolo:El sueño de ir al Mundial, nuestro Ouroboros

El 9 de septiembre de 2025 es una fecha que quedará grabada a fuego en la historia del deporte venezolano. El mayor fracaso en su historia. Todo estaba a favor de la Vinotinto y aun así no logró el objetivo del repechaje. Volvemos a la casilla de salida con una desilusión inmensa. Nuestro Ouroboros, esa figura mitológica que representa una serpiente que muere su propia cola y simboliza el eterno retorno. Empieza el debate de qué fue primero: el huevo o la gallina. Qué será primero: clasificar a un Mundial para que cambie la estructura del Futve o crezcan las estructuras para ir a una Copa del Mundo.

Lo cierto es que el sismo en Maturín es solo el inicio. La salida de Fernando Batista es la primera réplica de ese terremoto. Pero aún queda un tsunami. A un fútbol tan vulnerable, por carencias históricas y un presente país precario, se le suma esta hecatombe. El deporte es una industria y para que la rueda gire necesita inyección económica. Un dinero que no faltó en este ciclo de “Bocha”, que tomó el testigo tras el paso en falso de José Pekerman. Los mecenas del sector público pedirán rendición de cuentas. Mientras que los inversionistas del sector privado pueden espantarse y volcarse a un béisbol que tiene en el horizonte: Serie del Caribe en Venezuela y Clásico Mundial en 2026, mientras que los Juegos Olímpicos de 2028 buscarán la primera medalla en una disciplina colectiva.


OneFootball Video


King George interpretó a Rosalinda con clasificación al Mundial. Estiró los ciclos de Pamela Conti y de Batistas, donde entrenadores sin grandes pergaminos. En el caso del argentino vivió de una Copa América que nos emborrachó de resultados y nos dejó famélicos en juego. La euforia colectiva invitaba a autoengañarnos en pensar que era posible alzar el trofeo en Estados Unidos. La realidad se cansó de abofetearnos. Todo se rompió en Santiago de Chile, pero se aferró al clavo ardiente de los triunfos pírricos ante Perú y Bolivia. La necesidad de una alegría y la frágil capacidad psicológica del jugador venezolano hizo que las formas no importaran, solo el fondo. Le dimos un abrazo de oso al mantra del “como mar”. El problema es que jugar mal es como las mentiras, tiene patas cortas. La bomba explotó en el peor momento y de la manera más dolorosa.

Immagine dell'articolo:El sueño de ir al Mundial, nuestro Ouroboros

Batista se despidió como a lo largo de su ciclo, sin decir nada. Si se es benevolente se le puede adjudicar la inclusión de Telasco Segovia o Jon Aramburu, pero es difícil pensar que con otro DT no se abrirían paso, por lo visto en Deportivo Lara y Deportivo La Guaira. Lo que si se le puede recriminar es desaprovechar un Jefferson Savarino, ídolo en Botafogo y campeón de Libertadores. Que bajo su mando Cristian Cásseres nunca pudo expresar su fútbol, ​​cuando en Francia es regular con Toulouse. Que Yangel Herrera no pudo dar ese paso al frente. Exponer a David Martínez en Montevideo. La lista es larga. Nunca fuimos una Vinotinto de volantes, que eran nuestros mejores exponentes. Nos entregamos a los reflejos de Rafa Romo, la creatividad de Yeferson Soteldo y la fuerza de Salomón Rondón.

«Es un equipo muy estructurado, que tiene un gran delantero, que ha jugado y está jugando en niveles altos, y basa mucho su juego en él. Tiene buenos extremos», definió Lionel Scaloni sobre Venezuela, previo al choque en Buenos Aires. Posterior al partido ante Colombia, Néstor Lorenzo soltó: “El partido lo pensamos como se dio en los primeros minutos, por eso jugó Yerry Mina con juego aéreo, pensamos que nos iba a servir y sabíamos que el juego directo a Rondón, los centros y segunda pelota, por eso poblamos el medio con gente que compite bien y que es rápido para ejercer el dominio desde la posesión, pero no se dio porque Venezuela entró más convencido y por eso nos dominó y nos hizo dos goles que podía haber sido evitados”.

Ordenaditos y trazo largo al “Gladiador”, ya los rivales lo sabían de memoria. Había para jugar a otra cosa y no seguir en esa calle ciega, donde era imposible ser protagonistas y gestionar una victoria.

Visualizza l' imprint del creator