El Tottenham pierde el rumbo: Thomas Frank y la sombra de Nuno | OneFootball

El Tottenham vive días turbulentos bajo el mando de Thomas Frank. La derrota ante el Chelsea reavivó las dudas sobre su proyecto y la desconexión con la afición, mientras los números reflejan un preocupante retroceso ofensivo que recuerda a la era de Nuno Espírito Santo.

El Tottenham atraviesa un momento de alta tensión. Thomas Frank, quien llegó para dar solidez y equilibrio a un equipo emocionalmente inestable, enfrenta ahora el descontento de jugadores y aficionados. La derrota 1-0 ante el Chelsea en el norte de Londres no solo amplió una racha negativa en casa, sino que encendió las alarmas por el pobre nivel de juego y la falta de creatividad.

El duelo, que históricamente ha dejado capítulos caóticos —como el 4-1 de noviembre de 2023 o el 4-3 del año pasado—, parecía la oportunidad perfecta para romper la maldición ante los Blues. Sin embargo, fue la peor actuación de los Spurs bajo la conducción de Frank. El equipo londinense firmó un paupérrimo 0,05 en el indicador de expected goals (xG), la cifra más baja del club desde que existen registros (2012-13). “Nunca he dirigido un equipo que haya generado tan poco”, reconoció un visiblemente frustrado Frank tras el encuentro.

Los números respaldan su preocupación: más sustituciones (seis) y más tarjetas amarillas (cuatro) que remates a puerta (tres). Solo las intervenciones salvadoras de Guglielmo Vicario evitaron una goleada mayor. Pero la afición no perdonó la pasividad ni el conformismo: los abucheos se hicieron sentir cuando el arquero jugó en corto una falta en lugar de buscar el área rival.

Frank, que fue contratado para corregir los riesgosos excesos ofensivos de la era Postecoglou, ha caído ahora en el extremo opuesto: un fútbol previsible, sin ritmo ni chispa. Su Tottenham ha perdido tres de sus partidos como local y acumula cuatro encuentros seguidos sin superar un xG de 1.0. A pesar de que el equipo sigue entre los cuatro primeros por diferencia de goles, el rendimiento ha dejado una sensación amarga.

La situación se tensó aún más cuando Micky van de Ven y Djed Spence se marcharon directamente al vestuario tras el pitazo final, ignorando los intentos del técnico por detenerlos. Un episodio que evidenció la fractura interna de un vestuario cada vez más frustrado.

El paralelismo con Nuno Espírito Santo se vuelve inevitable. Ambos técnicos llegaron tras haber consolidado a clubes modestos, como los Wolves y el Brentford, ambos prometieron orden y ambos terminaron cuestionados por su falta de ambición ofensiva. Nuno fue despedido en noviembre de 2021 tras una racha similar. Frank, aunque aún goza de cierto respaldo, comienza a caminar por la misma cornisa.

La frustración, sin embargo, también puede interpretarse como un signo de compromiso. Los Spurs mostraron ímpetu en las disputas, y Frank no ocultó su enojo al patear una botella tras el gol de Joao Pedro. Kudus, Palhinha y Bentancur dejaron el alma en cada balón, aunque la intensidad no alcanzó para revertir una actuación que se sintió como un golpe de realidad.

El calendario no ayuda: se vienen enfrentamientos contra cuatro de los seis mejores equipos de la temporada pasada, además de visitas exigentes en la Champions League frente al Mónaco y al Paris Saint-Germain. El optimismo inicial se diluye, y el proyecto de Thomas Frank comienza a tambalearse.