El Wolverhampton devuelve a Strand Larsen al Celta | OneFootball

Foto: Michael Regan / Getty Images

El Celta cedió el pasado verano a Jørgen Strand Larsen al Wolverhampton, con una cláusula de compra obligatoria al final del presente ejercicio. O al menos eso fue lo que publicó la prensa, pero la realidad es que el contrato de cesión incluía una vía de escape para el club inglés en función de la situación clasificatoria cuando se abriese el mercado de invierno.

El condicionante era que su equipo estuviese a menos de cinco puntos del descenso, en cuyo caso el Wolverhampton podía decidir cortar la cesión y dejar sin efecto la cláusula de compra obligatoria, que solo existe en caso de que Strand Larsen complete la temporada, algo que no sucederá.

El conjunto británico ya ha comunicado al Celta que cortará la cesión, y por lo tanto renuncia a la compra de Strand Larsen, que regresa al Celta seis meses después de su salida del club, tras marcar 6 goles en 18 partidos con el Wolverhampton.  Los Wolves no se han querido arriesgar y verse obligados a pagar 27 millones de euros en caso de descender.

El regreso del ariete noruego es un problema añadido al overbooking en la plantilla del Celta, y facilitará la salida de Tasos Douvikas, que ha pedido salir en este mercado de invierno y que se ha ofrecido a varios equipos, entre ellos el Betis. Además, el Celta suma otro problema más con la necesidad de traspasar este verano jugadores por 34 millones de euros más los 27 que dejará de ingresar por el traspaso de Strand Larsen. Lo que sí tiene garantizado el Celta son los 3 millones de la cesión, y una pequeña indemnización de 2 millones de euros por parte del Wolverhampton.

Además el Celta ha ideado un plan para recuperar los ingresos perdidos. En las próximas horas lanzará la venta de una edición especial de la camiseta de Larsen con el nombre de Xurxo, que tendrá un coste de 1.300 euros, y vendrá enmarcada en un marco realizado a mano, con incrustaciones de perlas extraídas del subsuelo de Mos, por un módico precio de 3.000 euros para que todo el celtismo pueda tener la camiseta de su ídolo.