Grada3
·13 agosto 2025
Este sí es nuestro Mbappé

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·13 agosto 2025
Kylian Mbappé está a la altura del ’10’. El francés está de vuelta, aunque nunca estuvo muy lejos. El delantero centro dio una exhibición en la victoria por 0-4 ante el WSG Tirol en lo que fue el primero y único partido ‘oficial’ de pretemporada del Real Madrid. Un doblete y una asistencia para avisar a Osasuna, y a toda Europa en general. Nada mal. Kylian ilusiona a todo el madridismo. Más fino, más veloz, más acertado. Es el Mbappé del año 2022.
Su actuación en Innssbruck fue soberbia. Sus dos goles, dos genialidades. El primero llegó en el minuto 13′. En un magnífico pase filtrado dentro del área de Arda Güler, el ariete recibió de espaldas, dio media vuelta y finiquitó. Un tanto de killer, sólo apto para verdugos. El segundo, otro recital. Después de que Aurélien Tchouaméni se invente otra filtración entre toda la defensa austríaca, Kylian se encontró en situación de uno contra uno frente a Alexander Eckmayr. No le tembló el pulso. Le regateó, y enjauló. A puerta vacía. Y para acabar, asistencia en el último gol de Rodrygo.
Un ‘show’ que recordó al antiguo Kylian Mbappé. El de la temporada 2021-22. En las últimas semanas, el madridismo se ha encendido con su estado de forma a través de las fotografías que publicaba el Real Madrid. Durante sus vacaciones, el internacional francés se ha puesto fino. Muy fino. Parece haber perdido algo de masa. En su caso, mejor. Más rapidez, más agilidad. En fin, vuelve a ser el de siempre. Aunque nunca estuvo muy lejos. Viene avisando desde su hat-trick contra el Barcelona en Montjuïc. «Estoy aquí». Su gastroenteritis aguda en el Mundial de Clubes le frenó en seco. Una pena, porque el galo quería llevar a los merengues hacia la corona. No pudo ser.
En lo colectivo, su primer año en el Real Madrid caerá en el olvido. Sólo se alzó con la Supercopa de Europa y la Intercontinental. Pero en lo individual, ojo. En su debut con la camiseta blanca, el ariete francés brilló con luz propia. Kyky fue imparable. Rompió la marca histórica de Iván Zamorano, quien en su primera campaña con los merengues había firmado 37 goles en 45 encuentros.
El galo cerró el curso con 44 tantos en 59 partidos, superando todas las expectativas. En Liga anotó 31 dianas en 34 jornadas, lo que le valió para proclamarse, sin discusión, como el Pichichi. También cosechó su primera Bota de Oro, dando el ‘sorpasso’ a Viktor Gyökeres. Además, otro dato que cabe resaltar es que el ex del Paris Saint-Germain enjauló en todas las competiciones que disputó: Supercopa de Europa, LaLiga, Champions League, Intercontinental, Supercopa de España, Copa del Rey y Mundial de Clubes. Aun así, Mbappé ha estado en el ojo del huracán durante todo el curso. Quizás se esperaba más de su conexión con Vinicius o de su aportación al rendimiento colectivo de los blancos.
Ahora, Kylian Mbappé entra en una nueva dimensión. En otra era. La de Xabi Alonso y la del ’10’. Después de la salida de Luka Modric, el Real Madrid decidió entregar su mítico dorsal a la piedra angular de su proyecto. Una decisión lógica. Y el galo sigue los pasos de su ídolo, a lo Cristiano Ronaldo. En su primer año, el portugués vistió el ‘9’. Cuando Raúl González Blanco, el mito madridista en aquel momento, se marchó, heredó del ‘7’. Con Kylian y Luka, pasó lo mismo. Y el mensaje es claro: tiene que escribir la historia en Chamartín.
Mbappé está plenamente consciente de ello. No le puede la presión y tiene el respaldo de todos. Xabi Alonso le coloca como su talismán. El francés será la referencia ofensiva del tolosarra durante los próximos años. No hay discusión. Además, el ’10’ será el encargado de tirar los penaltis. Kylian no es el capitán, pero sí el líder.