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·12 luglio 2025
Incredulidad por el gesto de Luka Modric con Arda Güler en su despedida: 'Es to...'

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El Real Madrid ya está de vuelta en España, la expedición aterrizó el pasado martes tras la eliminación en el Mundial de Clubes. No todos regresaron. Mbappé, Vinicius, Militao, Rodrygo y Camavinga decidieron quedarse en Estados Unidos para iniciar allí sus vacaciones.
Pero uno que sí volvió fue Luka Modric y no ha sido un regreso cualquiera. El croata ya no es más jugador del Real Madrid.
Tras 13 temporadas, 28 títulos y una historia de leyenda, el mediocentro se despide. Pero su último gesto en el club ha sido tan grande como su carrera.
El adiós de Modic con el Real Madrid | Getty Images
Las cámaras de ElDesmarque captaron un instante que emocionó a muchos. Antes de despedirse del resto del grupo, Modric se acercó a Arda Güler. Le entregó su camiseta, la del dorsal 10, la que lo acompañó durante años.
No hubo discursos ni palabras grandilocuentes, solo un gesto, un símbolo, un abrazo largo, sincero.
“Es todo un ejemplo” y es que así es Modric. Discreto, generoso, humilde, hasta el último segundo como madridista.
Lo de Modric no es solo fútbol, es respeto, liderazgo y clase. Que haya elegido a Güler para este momento lo dice todo. El joven turco representa el futuro y Modric, con ese gesto, parece entregarle el testigo.
No hace falta ser capitán para liderar, Luka nunca gritó, nunca impuso, pero siempre estuvo. Siempre sumó, siempre enseñó. En este pequeño acto, resumió todo lo que ha sido: un ejemplo dentro y fuera del campo.
Se va el último gran símbolo de una generación dorada. De aquellos que ganaron todo y que lo hicieron con humildad. Modric llegó en 2012, casi en silencio, bajo la dirección de Mourinho.
Hoy se va ovacionado, con 38 años, y como el jugador más laureado en la historia del Real Madrid. Pero su adiós no será recordado solo por títulos, será recordado por momentos como el de Güler. Porque cuando el talento se une con los valores, nacen leyendas.
Arda Güler tendrá presión, heredar el cariño de Modric no es poca cosa. Pero también tiene ahora un ejemplo claro a seguir. Luka no solo le dio una camiseta, le dio una responsabilidad y una inspiración.
El madridismo aún no digiere su marcha, pero sí sabe una cosa: Modric ha dejado huella. No solo en la historia, también en el corazón de los que vienen.