Kylian Mbappé y Arda Guler piden estar en Montjuic | OneFootball

Mbappé y Güler iluminan el Bernabéu, Courtois sostiene la victoria: El Madrid pide cita en Montjuïc por LaLiga.

El Real Madrid se presentará en Montjuïc para disputar un Clásico por el liderato de LaLiga con la moral reforzada tras una victoria trabajada ante un notable Celta de Vigo. El encuentro en el Bernabéu dejó una doble sensación: la brillantez de un equipo que, por fin, exhibió un juego fluido y vertical durante una hora, con Kylian Mbappé entonado y un Arda Güler enchufado, contrastó con el sufrimiento final ante un Celta aguerrido y con un Iago Aspas siempre inspirador. Finalmente, la figura de Thibaut Courtois volvió a erigirse como el salvavidas blanco, asegurando tres puntos vitales con intervenciones providenciales.

La afición madridista disfrutó por momentos de un fútbol ofensivo y combinativo, con Mbappé mostrando destellos de su calidad y un Arda Güler cada vez más integrado y determinante en la creación. El joven turco, tras sus buenas actuaciones ante Getafe y Barcelona, fue titular y desequilibró el marcador con un zurdazo exquisito a la escuadra tras una inteligente jugada de estrategia en un córner. Su golpeo, como ya se había evidenciado en un córner previo que remató alto Tchouaméni, es un arma valiosa para el Real Madrid. Güler desbloqueó un partido que, hasta entonces, había sido equilibrado ante un Celta bien plantado y con ideas claras.

Sin embargo, el guion del partido recordó peligrosamente a la final de Copa, donde el Madrid también ofreció una buena primera parte para luego ceder terreno. El Celta, lejos de desmoronarse, demostró su calidad y su solvencia como equipo europeo. Iago Aspas lideró las ofensivas gallegas, y las jugadas a balón parado de Sotelo crearon serios problemas a la defensa blanca, con Marcos Alonso estrellándose contra un inspirado Courtois en dos ocasiones claras. El portero belga se erigió como el héroe de la tarde, realizando una parada milagrosa a un remate envenenado de Borja Iglesias tras una buena salida de presión del Celta.

El sufrimiento final, con un mano a mano fallado por Pablo Durán que pudo significar el empate, dejó claro que el Madrid aún tiene margen de mejora en la gestión de los partidos. No obstante, la victoria, sumada a la buena imagen ofrecida por Mbappé y, especialmente, por un Güler que pide a gritos más minutos y demuestra su potencial, permite al Real Madrid afrontar el Clásico en Montjuïc con la moral alta y la firme intención de pelear por el título liguero hasta el final. La cita en Barcelona se presenta como un duelo crucial donde el brillo ofensivo y la solidez defensiva, personificada en un Courtois decisivo, serán claves para asaltar el liderato.