Grada3
·9 novembre 2024
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·9 novembre 2024
Que el Real Madrid está atravesando una crisis deportiva es algo que no se le escapa a nadie. Los últimos resultados han puesto en jaque a una plantilla que, hace poco más de dos meses, parecía la gran favorita para llevarse todos los títulos en juego. Sin embargo, el fútbol, como todos sabemos, es imprevisible.
Pero más allá de la crisis de resultados –que existe-, el Real Madrid atraviesa una crisis de juego. Y es que en los casi tres meses de competición oficial, el conjunto blanco no ha logrado en ningún momento alcanzar el nivel sobre el verde que le llevó el año pasado a levantar varios títulos, entre ellos Liga y Champions. Y por ello, todas las miradas se dirigen al mismo sitio: Carlo Ancelotti.
Un problema en el juego que, lógicamente, se ha visto reflejado en los resultados: a seis puntos del Barça en Liga, después de recibir un duro 0-4 en el Santiago Bernabéu, y ocupando la 18º plaza en el nuevo formato de la Champions League tras la debacle ante el Milan, el técnico italiano tiene mucho trabajo por delante si quiere llegar a revertir la situación.
Los siete goles encajados en los últimos dos partidos en el Bernabéu son un indicativo de que, efectivamente, algo falla. Y si bien la competición liguera es una carrera de fondo, en lo relativo a la Champions League, el conjunto blanco se juega pasar a la fase de playoff. De hecho, de no quedar entre los ocho primeros, el conjunto blanco tendría que disputar los playoffs eliminatorios, que corresponderían a unos hipotéticos cuartos de final.
Y en La Casa Blanca hay una fecha marcada en rojo en el calendario: 27 de noviembre. Marcada en rojo, y nunca mejor dicho, ya que conjunto blanco hará una visita a los reds en Anfield, líderes en solitario de la competición, donde estarán obligados a llevarse los tres puntos para seguir optando a pasar directamente a los octavos de final.
Una nueva debacle frente al Liverpool, según se intuye en Valdebebas, podría ser el punto final de Carletto en esta segunda etapa al mando de la nave blanca. Por el momento, el Real Madrid confía en el italiano para dar la vuelta a la situación, más aun teniendo en cuenta que Ancelotti siempre ha contado con el apoyo incondicional de los futbolistas.
No obstante, con el reloj corriendo y las últimas balas del cargador apurándose, lo de Anfield es poco menos que una final, no solo para el Real Madrid, sino para Ancelotti. Porque una derrota en Anfield a falta de solo tres partidos, teniendo en cuenta de que aún faltan choques complicados, podría ser una sentencia de muerte para el conjunto blanco, derivando en la hipotética primera eliminación en fase de grupos del Madrid en su competición fetiche.