Agente Libre Digital
·9 ottobre 2025
La memoria corta del fútbol

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·9 ottobre 2025
Se suele decir que de bien nacido es ser agradecido. Hoy, 9 de octubre de 2025, una recua de adinerados mexicanos ha tirado por la borda un refrán español y la opinión casi unánime del oviedismo. Digo eso de casi porque sería descabellado erigirme en portavoz de todo el oviedismo; no soy nadie para hacerlo, pero sí soy un socio y aficionado del Real Oviedo cariacontecido con la gestión de sus directivos.
Por poner en contexto: Veljko Paunović llegó a la capital asturiana con la misión de resucitar un equipo muerto y de meterlo en el play-off de ascenso. El serbio no solo metió al equipo en play-off, sino que lo hizo como tercero, luchando hasta el final por el ascenso directo y con el final que todos conocemos.
Veljko Paunović durante el encuentro en Mestalla – RO
Nadie dijo que Primera fuese fácil. El oviedismo, en su mayoría, era consciente de que el calendario que le había tocado al Real Oviedo no era ni mucho menos sencillo, y que no debía ser, sobre el papel, un buen termómetro para medir la capacidad azul en la máxima categoría del fútbol español. Todo lo claro que lo tenía la afición, parece ser que no lo tenía la directiva: Roberto Suárez y Agustín Lleida idearon una plantilla, a mi parecer, «floja y de retales». Ojalá me equivoque. Y con esto, y sin su petición expresa, Nemanja Maksimović, el Real Oviedo salió a competir.
La primera visita fue al Estadio de la Cerámica, una de las plazas más complicadas del fútbol nacional. El Real Oviedo comenzó bien y se pudo poner por delante con ese famoso penalti que erró Rondón. Después, ya lo que todos sabemos: desconexión parcial del equipo y derrota. El calendario fue muy caprichoso, y las jornadas 2 y 3 eran dos puertos de alta categoría, pero en casa; frente al Real Madrid se mostró una imagen muy digna, sobre todo durante la primera parte, y frente a la Real se logró la primera victoria con el gol de Dendoncker.
Los problemas graves comenzaron con las dos visitas a Getafe y Elche, dos rivales a priori de “nuestra liga”, y el Real Oviedo mostró una versión deplorable y no fue capaz de sumar en ninguno de los dos encuentros. Las sensaciones mejoran frente al Barça en casa, con esa “super primera parte”, con el gol de Alberto Reina y casi una hora en la que el oviedismo soñó despierto.
La visita a Valencia fue un respiro. Se consiguió una victoria sufrida, y el equipo fue capaz de mostrar sus instintos más primarios para conseguir la primera victoria fuera de casa. Lo último, ya lo saben: enfrentamiento en casa frente al otro equipo de la capital de la Comunitat Valenciana y derrota por 0-2 con una imagen muy mala. El resto, ya es historia.
Jesús Martínez y Luis Carrión durante un entrenamiento – LNE
El tiempo pone a cada uno en su lugar, o eso se supone. Las horas más tensas y las más lamentables de la etapa reciente del Real Oviedo las protagonizó Luis Carrión, con aquel capítulo digno de telenovela barata o de capricho de niño pequeño. Se sabe, gracias al paso del tiempo, que el catalán había estado jugando a dos bandas durante aquel play-off de ascenso y que ya tenía un precontrato con la Unión Deportiva Las Palmas.
El 24 de junio se produjo esa reunión de la que vengo hablando. En el ilustre Hotel de la Reconquista se vieron las caras el Real Oviedo y Luis Carrión. En aquel paripé estaban el máximo accionista Jesús Martínez, el presidente Martín Peláez, el director general Agustín Lleida y el director deportivo Roberto Suárez. Al finalizar esa reunión, Carrión se paró a hablar con la prensa y comentó lo siguiente: «Hay veces que las decisiones que tomas no pueden ser agradables para todo el mundo, pero sí intentaré que sea lo mejor para el Oviedo».
Hay que tener, si me permiten, muy poca decencia para morder la mano que te da de comer y, encima, reírte del oviedismo comentando que vas a intentar lo mejor para el club. Jesús Martínez es un hombre de negocios y nadie en Oviedo ha dudado de su capacidad para gestionar este barco, pero la pregunta que les hago creo que es muy sencilla: ¿Cómo un hombre con esa experiencia es capaz de dejarse embelesar por un mero entrenador?
Me da la sensación de que la decisión estaba tomada desde que Carrión fue destituido de la UD Las Palmas, con el peor comienzo del club canario en su historia en Primera (3 puntos de 27 posibles). El patrón —opinión personal— lo tenía muy claro: en el caso de no seguir Pauno, su sustituto sería el catalán. Solo el tiempo será capaz de juzgar si esta decisión es correcta o no, pero lo que está claro es que esta propiedad se ha portado muy mal con el artífice del regreso a Primera después de 24 años.
Para terminar, voy a parafrasear a mi padre: «En esta vida, por delante de todo, hay que ser paisano». Y esta directiva ha sido de todo, menos eso. Qué memoria más corta tiene este deporte. Veljko, siempre y por siempre, UNO DI NOI.
Artículo escrito por: Nicolás Fernández Menéndez