La millonaria propina de Saint-Maximin a un empleado del América | OneFootball

En un gesto que ha capturado la atención del mundo del futbol y más allá, Allan Saint-Maximin, el flamante refuerzo francés del Club América, se ha convertido en el centro de un video viral por entregar una propina "brutal" a un chofer que lo asistió en México.

Durante la pausa por la Fecha FIFA, el extremo galo, conocido por su velocidad endiablada y jugadas de fantasía en la Liga MX, demostró una generosidad desbordante al sacar un grueso fajo de billetes de su bolsillo y entregárselo al conductor de una camioneta blanca.

Allan Saint-Maximin da una generosa propina a un empleado del América

El monto exacto no se ha confirmado, pero especulaciones en redes apuntan a una suma millonaria en pesos, generando un torbellino de reacciones que van desde la admiración hasta el debate sobre la opulencia en el deporte.

El video, que acumula millones de vistas en plataformas como X y TikTok, muestra a Saint-Maximin regresando al vehículo tras un breve intercambio. Visiblemente agradecido, el jugador –vestido de manera casual– mete la mano en su bolsillo y extrae el dinero, entregándolo con una sonrisa al chofer, quien responde con un sorprendido "Thank you" repetido, reflejando incredulidad y gratitud.

Algunas fuentes señalan que el chofer de la unidad es un trabajador del club América y aunque no se detalla la naturaleza exacta de sus actividades, el acto resalta la humildad de un atleta que, pese a su estatus de estrella europea, se conecta con la gente común.

Saint-Maximin, de 28 años, ha irrumpido en la Liga MX como un huracán. Fichado por el América por una cifra récord –alrededor de 10 millones de dólares–, el francés ha contribuido con goles espectaculares y asistencias, ayudando al equipo a posicionarse en los primeros lugares del torneo.

Este gesto de generosidad no es aislado; reportes mencionan obsequios previos a aficionados, como regalos económicos que "derritieron las redes", consolidando su imagen como un ídolo accesible. En un contexto donde la Liga MX lidia con desigualdades económicas, el gesto de Saint-Maximin inspira debates sobre empatía y responsabilidad social.