Balonazos
·28 giugno 2025
La Misión Imposible para los DT Vinotinto en Colombia

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·28 giugno 2025
El fútbol, ese «deporte rey» de estos tiempos, es un campo de batalla donde la gloria y el fracaso conviven en la misma cancha. Y si hay una posición donde esa dualidad se vive con mayor intensidad, es la del director técnico.
Un día eres el héroe, el que lo ve todo; al siguiente, el culpable de todos los males de una afición insaciable. Esta vorágine es aún más pronunciada para nuestros entrenadores venezolanos cuando intentan labrarse un nombre en ligas foráneas, particularmente en la exigente Liga BetPlay de Colombia.
La salida muy reciente del sucrense César Farías nos lo confirma. Sobre todo, nos invita a reflexionar sobre la inestabilidad permanente en este duro deporte que se convierte en una Misión Imposible más pronunciada en el caso de los nacidos en la tierra de Simón Bolívar.
César Farías, el técnico señero de nuestras gestas mundialistas con la Vinotinto, es un claro ejemplo de esa montaña rusa que viven los estrategas venezolanos en el exterior. Su periplo más reciente en Colombia ha sido un carrusel de emociones que termina, nuevamente, con la manida frase: «recoge tus maletas».
Tras su salida del Junior de Barranquilla el pasado 21 de junio de este mismo año, el estratega suma otro capítulo a su historial de pasos fugaces. Su llegada al «Tiburón» generó honda expectativa, pero los resultados no lo acompañaron, y la eliminación en cuadrangulares y Copa Sudamericana le pasaron factura.
Antes, en el América de Cali, la historia fue similar. ¿Qué pasó con ese Farías que ilusionó con Águilas Doradas, logrando una racha invicta que nos mantenía pegados al televisor? Al final, todo parece tan fugaz cuando se trata de los venezolanos que incursionan en ligas de fútbol foráneas, aunque éxitos anteriores los acompañen como con Farías y sus trofeos máximos en Ecuador con Aucas y en Bolivia con The Strongest.
En la otra cara de la moneda, y como un respiro para el orgullo venezolano, tenemos a Rafael Dudamel. Mientras Farías busca un nuevo destino, Dudamel volvió en fecha reciente a las canchas colombianas para tomar las riendas del Deportivo Pereira, un equipo con ganas de convertirse en la revelación y ascender en la tabla. Su paso por tierras neogranadinas es más claro que en el caso de su paisano.
Fue campeón con el Deportivo Cali, un logro que lo puso en el radar de todos, posteriormente, hizo historia al llevar al Atlético Bucaramanga a su primer título de liga en junio de 2024. Siempre dinámico, polémico y con una visión clara. La diferencia entre Farías y Dudamel radica, podría decirse, en la capacidad del segundo para adaptarse, forjar equipos competitivos y, lo más importante, ganar títulos que le den el «salvoconducto» para permanecer.
Dudamel es la excepción que confirma la regla, demostrando que, con trabajo y resultados, se puede mantener el empleo por un poquito más de tiempo en ligas tan competitivas como la colombiana.
Mientras en el pasado hemos visto a técnicos como un Sir Alex Ferguson, que permaneció 27 años en el Manchester United, o un Arsène Wenger con 22 años en el Arsenal, los entrenadores venezolanos en el exterior, y en general en el fútbol sudamericano, enfrentan una realidad muy distinta. La inmediatez de los resultados, la presión de las directivas y la impaciencia de las aficiones convierten el banquillo en una verdadera «papa caliente».
Mantener un proyecto a largo plazo parece un lujo reservado para unos pocos privilegiados, o para aquellos que, como Dudamel, logran la hazaña de ser campeones. La pregunta que queda en el aire es: ¿será que el talento venezolano tiene que ser siempre campeón, si y solo si, para poder mantenerse en ligas foráneas? ¿O es que nos falta esa malicia adicional para navegar las complejas aguas del fútbol internacional y ganarse la confianza a largo plazo?. Misión Imposible? ¡Veremos mi gente!
Comentarios del Fútbol Sin Pausa a @nestor_beaumont