moiceleste.com
·27 dicembre 2025
La "Radumanía" y el orgullo de ser del Celta

In partnership with
Yahoo sportsmoiceleste.com
·27 dicembre 2025


A todos nos sorprendió bastante cuando Andrei Radu, recién aterrizado en Vigo, alucinaba con el estadio de Balaídos. No le importaba que el fondo de Gol vacío dejase ver unas pistas de atletismo más propias de un estadio soviético y un colegio al fondo. Alucinaba con tal sinceridad que todos creíamos que veía el estadio como lo ve Abel Caballero: el maldito Guggenheim del fútbol.
Esta semana, en una entrevista concedida a Marca y firmada por Rafa Valero, volvía a mostrar su entusiasmo con el Celta. Siempre se refiere a la afición como “top” y se le ve sincero, igual que cuando cuenta que, en el momento en que su representante le habló del Celta, le pidió que dejara de buscar. Ya había encontrado el equipo ideal.
Y, claro, todos sabemos que estas declaraciones son un poco tribuneras. Quien más y quien menos sabe que, para un rumano que ha jugado siempre en Italia, el Celta resulta tan atractivo como el Mallorca o el Leganés, pero ¿a quién no le gusta escuchar o leer algo así? Cuesta tan poco hacer feliz a un celtista.
Pero en el Celta deberían aprender algo de la estrategia comunicativa de Radu. Llevamos años viendo cómo la directiva, tanto la actual como la anterior, para rebajar la exigencia sobre su trabajo no deja de minimizar a nuestro club. Cuando Mouriño tuvo la ocurrencia de fichar a Luís Campos como asesor externo (aunque quizá sería mejor definirlo como ulterior), nos decían que los jugadores venían al Celta por la presencia del luso. Luego nos dijeron que venían por Rafa Benítez, y ahora vienen porque los llama Aspas. Nunca vienen porque somos el Celta, porque tal vez, en el fondo, piensen que nadie en su sano juicio ficharía por el Celta.
Probablemente por eso venden tan mal y tan rápido, porque tienen la sensación de que nadie quiere seguir en Vigo más de lo estrictamente necesario. Incluso aquellos canteranos que celebraban los goles de Aspas desde su puesto de recogepelotas. Creen que todos ven al Celta como un escaparate y, a fuerza de costumbre, seguramente todos acabarán viéndolo así.
Por eso son tan buenas declaraciones como las de Radu. No vino a Vigo por Luís Campos, por Benítez ni por una llamada de Aspas. Vino al Celta por ser el Celta. Y es que nadie en su sano juicio debería pensar que es lo mismo venir al Celta que a la mayoría de equipos de LaLiga. El Celta es uno de los grandes del país, un histórico, un clásico con más de 60 temporadas en la máxima categoría, algo que solo pueden decir una decena de equipos. Y creo que todos, como Radu, deberíamos reivindicar el orgullo de lo que somos, con lo que tenemos. Gracias, Radu, por recordárnoslo. Y por ser tan buen jugador, que nunca está de más.









































