La Galerna
·15 gennaio 2025
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·15 gennaio 2025
Buenos días, amigos. Jan Laporta ha comparecido ante la prensa para dar explicaciones del llamado Caso Olmo. Ha tardado poco tiempo en hacerlo si lo comparamos con la cantidad de meses (¡meses!) que le ocupó ponerse ante los medios para arrojar luz (ejem) sobre las malévolas insinuaciones de la prensa en el llamado Caso Negreira.
Aquella intervención fue un triunfo clamoroso. Salió con unas cajas presuntamente llenas de informes -¡los informes de Negreira!- que probaban que hubo un destino diáfano y absolutamente legal (ya lo creo) para aquellos pagos al vicepresidente del CTA que tuvieron lugar durante apenas 17 años (que se sepa). Como prueba accesoria, aportó unos CDs de Junco, adquiridos en una gasolinera del Ampurdán el fin de semana anterior.
Si aquella intervención, en la que nuestro héroe desarticuló con mano firme todas las calumnias cavernarias, incluidas las vertidas por el Generalísimo en persona, fue un éxito arrollador, la de ayer fue más apelotante todavía. Claro, en este caso llegaba con media tarea hecha, con Olmo ya inscrito. La goleada infligida al eterno rival en la final de la Supercopa le aupaba a un escalón de autosatisfacción todavía más elevado.
La portada que a este respecto ha confeccionado Mundo Deportivo nos parece de una crueldad innecesaria.
Hombre, puede que el insigne presidente culé tenga algo de sobrepeso, pero de ahí a llamarlo “Laportazo” en lugar de Laporta nos parece que medía un trecho de difícil justificación ética. No deberían estar contemplados los sufijos faltones en el libro de estilo del diario de Godó, grande de España. Tampoco está bien que omita el desmentido que muy serio llevó a cabo el mandamás: contrariamente a lo afirmado por lenguas de doble filo mesetarias, él no insultó ni zarandeó a nadie en el palco de Yeda. Hay abundantes testimonios en sentido contrario, pero quién es el mundo para dudar del testimonio de alguien tan decente como Jan, cuyos buenos modales no han sido quebrados jamás ni por las constantes asechanzas centralistas.
Con todo, lo más divertido de la portada mundodeportiva es el último punto relativo a la aparición pública del Joker calórico de arriba hacia el este. “Dio detalles de la operación de los asientos VIP”.
He aquí los detalles.
-¿Nos puede concretar las empresas a las que el Barça ha vendido sus palcos VIP?
-Ya lo he dicho (¿?). Son dos empresas. Una de Catar y otra de Dubai. No puedo decir los nombres por las cláusulas de confidencialidad.
“Detalles”. Ajá. Ejecutas tu operación estrella para salir del pozo a través de una venta, pero no puedes revelar quién ha comprado porque el comprador, supuestamente, no quiere que se sepa. Poneos las gafas de sol, queridos lectores, que tanta transparencia puede cegaros.
Ese momento fue excelso. Aunque detestemos entrar en política, recordó un poco a la declaración en juicio, muy reciente, del pariente cercano de alguien muy importante.
-¿Nos puede concretar las empresas a las que el Barça ha vendido sus palcos VIP?
-Vamos a ver. Imagino que las empresas que han comprado los palcos VIP serán las empresas que han comprado los palcos VIP.
Afortunadamente, nadie preguntó al bueno de Jan por la dirección de dichas empresas ni por la actividad de las mismas.
Por su parte, Sport da rienda suelta a uno de los aspectos centrales de la rueda de prensa laportiana: el victimismo. “Nos han intentado liquidar”. Les han faltado tres signos de exclamación por delante y tres por detrás. “Ataques por tierra, mar y aire”, soltó en otro punto. Nos vuelven a faltar unas exclamaciones que doten a la acusación del suficiente dramatismo.
“En Arabia tenía una euforia contenida”, revela. “No insulté a nadie ni cogí a nadie por el cuello”, insiste. Los cortes de manga que todos vimos y los berridos guturales representan, en efecto, la forma más sutil y elevada de la contención, porque la contención apareja siempre algún misterio, y nada hay más misterioso que una contención consistente en cortes de manga y gritos simiescos.
Y llegamos a la primera plana cumbre de la mañana. En las portadas marquistas suele intuirse la mano de Tebas, que es quien controla la publicación. Sin embargo, hoy os atrevemos a aventurar que ha sido diseñada o pergeñada directamente por el mismísimo presidente de la LFP.
Mira que había cosas que destacar. Bueno, pues lo que Marca refleja a cinco columnas es el regalo envenenado de Laporta a Florentino. Cuando Laporta agradece al Madrid (y a otros, sin nombrar ni a esos otros ni al uno) que no se haya pronunciado en el Caso Olmo, está tirando con bala: es su forma malévola de devolver (?) el favor al presidente del Real Madrid, tratando de predisponer a su afición contra él. Tebas, vía Marca, corre a redundar en el esfuerzo. Tanto Laporta como Tebas saben que gran parte de la afición blanca no entiende la pública complacencia de Florentino con el Barcelona. Olvidando que el club blanco sigue personado en el Caso Negreira, hay un sector del madridismo que se siente desorientado ante los gestos públicos de cariño que Pérez ofrenda al club azulgrana. Consciente de que aquí hay una posibilidad de potencial cisma entre el presidente y su afición, Tebas trata de ensanchar la herida vía Marca. Ajenos a los mecanismos de alta empresa de su máximo mandatario, muchos madridistas agradecerían una mayor visceralidad en la relación bilateral. Una, dicho sea de paso, que después se reflejara también en el campo.
As reserva un espacio menor al laportismo, optando por el lateralderechismo como argumento principal. Parece evidente que hace falta un lateral derecho. Si Trent Alexander-Arnold puede venir ya, maravilloso. De lo contrario, los otros dos nombres que menciona As nos parecen también adecuados, a la espera de que el inglés llegue el año que viene.
Pasad un buen día.