Los hinchas de Nacional somos felices con los triunfos de Armani | OneFootball

Franco Armani es titular en el súper clásico argentino entre River Plate y Boca Juniors. El partido que paraliza el continente en estos momentos, se lleva a cabo en el estadio Monumental de Buenos Aires, uno de los más grandes de Sudamérica.

A propósito de guardameta campeón de la Copa Libertadores de América con Atlético Nacional, es uno de los hombres más querido por la parcial Verdolaga y a continuación Verdolito nos lo explica al detalle.

¡Parce, qué maravilla ver triunfar a Franco Armani en River Plate! Nosotros, la familia verdolaga, no podemos ocultar la sonrisa cada vez que el mono gana en Argentina. Es como si fuera uno de los nuestros ganando en otra cancha, parce. Es que Franco no solo tapó goles en Nacional, ¡ese man nos regaló títulos, gloria y lágrimas de felicidad! Entonces, cada atajada suya en River es como revivir esas noches mágicas de Libertadores, de finales épicas, de orgullo verde pa’ todo el continente.

No es solo nostalgia, parceros, es gratitud de la pura. Armani acá en Nacional se volvió leyenda, un monstruo del arco que defendía nuestros sueños como un gladiador. ¡Y no se nos olvida, no señor! Cada vez que lo vemos volando de palo a palo en el Monumental, pensamos: «Ese man fue nuestro, parce, nos dio la mejor época de nuestras vidas». Así que, ¿cómo no alegrarnos, pues? ¡Es como ver triunfar a un hermano que se fue a conquistar el mundo!

Armani no se olvida de Atlético Nacional

Además, parceritos, Franco nunca se olvidó de nosotros. Cada vez que puede, menciona a Atlético Nacional con cariño, como quien habla de su primer amor. ¡Ese respeto es mutuo, socio! Uno siente que, aunque ahora esté vestido de banda roja, su corazón tiene una esquina verde que late fuerte. ¡Y eso para nosotros vale más que cualquier copa, parce! Eso es lealtad, eso es amor puro entre el ídolo y la hinchada.

Otra cosa, ome, es que uno lo ve levantando títulos y se le infla el pecho de orgullo, porque sabemos que el ADN de campeón, ese temple en los penales, ese hambre de gloria, lo formó también acá, en el verde del alma. Franco Armani es embajador silencioso de lo que significa ser de Nacional: coraje, pasión y nunca rendirse. ¡Por eso celebramos sus victorias como si fueran nuestras!

Y qué decir de la emoción cuando lo vimos llegar a la Selección Argentina, ¡uy, parce, eso fue la locura! Muchos argentinos apenas ahí lo empezaron a conocer, pero nosotros ya sabíamos la bestia que era. ¡Nosotros ya habíamos celebrado milagros con él! Así que cada vez que brilla, sentimos que también brillan nuestros recuerdos, nuestras historias, nuestro amor por la camiseta.

Así que sí, parceros, que nadie se extrañe si la hinchada verdolaga celebra como loca los triunfos de Franco en River. Es que Franco Armani no es solo un arquero más; es uno de los nuestros. Un hijo pródigo de la casa verde que salió al mundo y sigue dejando en alto el nombre de Nacional. ¡Por eso lo bancamos a muerte, parce! ¡Siempre Franco, siempre verde, siempre orgullo verdolaga!

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