Neymar se enfrenta a un viejo conocido del Barça y termina llorando: 'No puede ser' | OneFootball

El Santos sufrió este domingo una de las derrotas más humillantes de su historia reciente. En la vigésima jornada del Brasileirão, el equipo paulista cayó 0-6 frente al Vasco da Gama en un Morumbis repleto con más de 53.000 espectadores. Lo que empezó con ilusión acabó en desolación total.El marcador no solo dejó al Santos herido en la clasificación.

También dejó una imagen que nadie olvidará: la de Neymar, con el rostro oculto bajo la camiseta, roto en lágrimas tras el pitido final. El astro brasileño, que volvía a encadenar seis partidos seguidos como titular después de superar lesiones, no pudo contener la frustración. “No puede ser que nos metan seis goles, es una vergüenza”, declaró.

El reencuentro con Coutinho

La historia tuvo un protagonista inesperado: Philippe Coutinho, exjugador del Barça y gran amigo de Neymar. Mientras Ney desaparecía entre la impotencia, Coutinho brillaba como en sus mejores noches. Marcó dos goles, fue elegido mejor jugador del partido y comandó un Vasco que jugó con ambición y eficacia.

La dura derrota de Neymar | Getty Images

El contraste entre ambos fue cruel, Neymar apenas dejó un destello: una asistencia de tacón que acabó en gol anulado por fuera de juego. Demasiado poco para quien buscaba recuperar protagonismo y volver a ser considerado por la selección de Carlo Ancelotti. Coutinho, en cambio, se marchó ovacionado, recordando a todos que aún tiene mucho fútbol en sus botas.

Una goleada con consecuencias

El 0-6 no es solo una estadística. La mayor derrota de Neymar y la peor goleada del Santos como local en la historia del Brasileirão. Un golpe histórico.

Los aficionados lo vivieron con rabia y resignación. Durante gran parte de la segunda mitad, se dieron la vuelta en la grada, mostrando la espalda a su equipo. Algunos incluso aplaudieron las jugadas del Vasco, en un gesto de protesta y dolor.

La directiva no tardó en reaccionar. Horas después del desastre, el club anunció la destitución del técnico Cleber Xavier, que apenas llevaba 15 partidos al mando. El Santos, con 21 puntos y en la decimoquinta posición, se encuentra al borde del abismo, luchando por no caer al descenso.

El consuelo más íntimo

Cuando las lágrimas parecían hundir a Neymar, llegó un gesto capaz de darle aire. Su hijo de 13 años, Davi Lucca, escribió un mensaje que el delantero compartió en redes: “Eres mi inspiración... no utilices la derrota de hoy como un fracaso, utilízala como motivación para ser mejor que ayer.”El ’10’ respondió con cariño: “Papá se recuperará”.

Un intercambio sencillo, pero poderoso. Más allá de la humillación deportiva, Neymar recordó que lo que le sostiene no es solo el balón, sino los vínculos más cercanos.

El Santos tendrá que levantarse rápido si no quiere agrandar la herida. Y Neymar, pese a la peor goleada, aún puede transformar sus lágrimas en renacer.