Orellana Cid anula el gol olímpico de Pablo Martínez | OneFootball

La primera alegría de 2025 se sirvió con una enorme jarra en Tenerife. Tres goles para sumar tres importantes puntos, que devolvieron al Levante UD a zona de play-off de ascenso. Aun así, fue una noche donde el papel secundario que jugaron Orellana Cid y desde el videoarbitraje llevó de cabeza al conjunto valenciano, incluso en la decisión de uno de los goles anotados.

- Pablo Martínez anotó durante el partido entre CD Tenerife y Levante UD (@A. Benetó | LUD) -

El segundo de los tres tantos anotados en el Heliodoro Rodríguez llegó a balón parado. Ante la ausencia de Carlos Álvarez, fue el capitán quien asumió la jerarquía al ejecutar tales acciones.Pablo Martínez anotó un gol olímpico. Un envío al primer palo, que se fue cerrando, no encontró ningún rematador. En un intento desesperado por evitarlo, el portero Edgar Badía despejó erróneamente de puños y el esférico rebasó la línea de portería.

Sin embargo,la autoría de este gol no ha sido concedida a Pablo Martínez y sí finalmente en propia puerta. Tal y como recogía el acta del partido redactada por Orellana Cid, el árbitro de la contienda estimó que la intervención del arquero del Tenerife fue determinante para desviar la trayectoria y arrebatar la responsabilidad al capitán del Levante. A la postre, de cara para las estadísticas oficiales, es lo que tiene validez.

En la comparecencia postpartido, ante los micrófonos deSin Tregua Radio, Pablo Martínez admitía que era una jugada preparada, pensada para ser dirigida a esa zona en busca de un rematador o que sirviera a modo de factor sorpresa para un posible gol. Pese a todo, el centrocampista del Levante ya era consciente de que no se le iba a terminar validando y lamentaba que así sucediera.

Para encontrar ungol olímpico del Levante UD, el único atestiguado al menos desde que hay registros gráficos, hay que remontarse a la temporada 2018/19. En un Levante 4-0 Betis, José Campaña sorprendió a todos y materializó. Pau López recibió en la cabeza un golpe del balón antes de terminar en gol, pero por entonces el árbitro del momento le dio validez al lanzador inicial, computando para sus cómputos particulares.