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·3 ottobre 2024
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·3 ottobre 2024
El fútbol sala se ha caracterizado siempre, a parte de por la diferencia del terreno de juego y los jugadores en pista, por ser un juego limpio, con pocos problemas entre jugadores rivales y un gran espíritu deportivo. Pero desde hace un tiempo estos valores que lo caracterizaban se están viendo alterados, sobretodo en las ligas más bajas de las federaciones territoriales.
Iniciadas las ligas de categoría senior de fútbol sala, hemos podido comprobar el aumento de faltas y tarjetas en todos los encuentros, realizando juego sucio y despectivo hacia el rival, no solo en el terreno de juego, sino también enfrentando a las aficiones que se encuentran en los pabellones para ver los partidos.
Ejemplos claros en las pistas catalanas han sido entradas duras incluso en categorías inferiores (Alevín, Infantil, Cadete) que han repercutido en el juego del equipo contrario por entrar en esa dinámica de juego con faltas.
Los arbitrajes no son efectivos parando estas acciones, quizás por falta de protección después de varios conflictos en los que se han visto involucrados en partidos anteriores en los que se habían realizado expulsiones por reiteradas faltas graves.
Los clubes que tratan de preservar los valores deportivos del fútbol sala tratan de fomentarlos en los entrenamientos desde los equipos base, acto que se ve dificultado por las actuaciones en los partidos de los equipos y entrenadores que no los fomentan. Jugadoras expulsadas o con ataques de nervios en los banquillos por la impotencia ante este estilo de juego que, parece, nadie es capaz de parar.
Imagen principal vía: Senior femenino del CFS Vila-Rodona.