POLEMICO ARBITRAJE DE NICOLÁS LAMOLINA: Defensa y Justicia le ganó 1 a 0 a Platense | OneFootball

El Halcón se impuso por aquel gol de Miranda el domingo pasado, tras ser superado por Platense en el ST. Lamolina no cobró un penal para el Calamar.

La ventaja que sacó el domingo pasado bajo una lluvia torrencial pudo ser sostenida por Defensa y Justicia con la cancha seca. Pero estuvo seriamente en riesgo su victoria, por cierto, porque Platense fue muy superior en gran parte de la reanudación del encuentro suspendido. Y porque el Halcón se salvó de un penal que cometió el ingresado Sienra (puñetazo ala pelota) que el árbitro Nicolás Lamolina no cobró sobre el final del partido.

El Calamar se quedó con toda la bronca por esa jugada que protestó largo y tendido -y con razón- , y también porque no pudo capitalizar en la red la supremacía que exhibió durante todo la segunda parte del “mini-partido”.

Llegaba a cada rato al Halcón, sobre todo por la derecha, a través de Schor. Pero confluyeron elementos que lo complicaron: primero, e el PT, el palo que le devolvió un tremendo remate a Silva. Y después, las malas definiciones más la seguridad de Enrique Bologna. Hizo el mayor desgaste el equipo de la dupla Orisi-Gómez en la búsqueda del empate. Mostró mucha voluntad detrás de ese objetivo. Aunque se quedó con las manos vacías.

De ida y vuelta, con la zona media de transición, llegaban a menudo a las áreas con mucha velocidad, sin tanta elaboración, directos los dos. Así había sido el contexto de la etapa inicial ayer.

El Calamar era más agresivo en ese primer tiempo dinámico, intenso. Tenía las chances más claras, incluido ese remate potente de Silva que reventó el poste derecho de Bologna. Antes hubo un tiro de Ronaldo Martínez que se fue pegado a un poste y un centro de Barros Schelotto que cruzó toda el área chica.

Un disparo de Miranda por arriba, y el gol bien anulado por offside de Cannavo en su cabezazo, fueron los avisos del Halcón en ese período. A partir de ese sacudón, el Calamar empezó a atacar con una mayor determinación. Y así continuó en la segunda parte.

Platense volcó la cancha hacia el arco de enfrente, empujado por su gente y su ímpetu. Puso mucha gente en ataque y presionó alto, razón por la cual recuperaba rápido la pelota. A Defensa le costaba mucho meter una contra porque el rival lo apretaba muy bien en todos los sectores de la cancha. Apoyado en la concentración de Bologna, la solidez de Ferreira y de Aguilera (sus centrales), resistió los embates del Calamar y se llevó la victoria.

Vía: Olé