Santa Fe Deportivo
·21 dicembre 2024
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Ni siquiera con el triunfazo frente a Talleres hay tranquilidad para Newell’s. Ganar y romperle a La T la ilusión tampoco logró calmar las aguas en el Parque Independencia. Cuando parecía que el club arrancaba su reconstrucción de cara a la próxima temporada, otro conflicto interno terminó explotando: Matko Miljevic, el volante argentino-estadounidense de 23 años que había generado expectativas con sus primeras actuaciones, quedó fuera del club por problemas de disciplina. Una historia de desplantes, roces internos y decisiones firmes que terminó con la salida del jugador y suma un nuevo dolor de cabeza para la Lepra.
La bomba explotó en Córdoba
El quiebre final llegó este miércoles, pero el conflicto venía gestándose. La dirigencia rojinegra tenía decidido comprar el pase de Miljevic: 300.000 dólares por el 50%, una cifra accesible para las arcas del club. Sin embargo, el escándalo que protagonizó el mediocampista en el entretiempo del partido frente a la T terminó de sentenciar su destino.
Según trascendió, Matko no tomó nada bien la decisión del DT Mariano Soso de reemplazarlo tras un primer tiempo flojo. Encima ingresó Francisco González, quien luego se convertiría en la figura del partido con un gol y dos asistencias en el 3-1 final. Pero la reacción del ex-Argentinos fue desmedida: en el vestuario, mientras Soso intentaba dar indicaciones, generó disturbios que alteraron a compañeros, cuerpo técnico y hasta a los dirigentes presentes.
La gota que colmó el vaso
Lo del Kempes fue la gota que rebalsó el vaso. Desde su llegada a principios de 2024 cuando aún Mauricio Larriera dirigía a Newell’s, Miljevic tuvo momentos de brillo, pero su rendimiento fue decayendo, sobre todo con el arribo de Soso al banco rojinegro. El nuevo cuerpo técnico nunca logró potenciar al volante, quien pasó de ser una promesa a un problema recurrente.
Durante todo el año, disputó 24 partidos con la rojinegra, marcando dos goles y dando una asistencia. Aunque tuvo destellos de buen nivel, sus actuaciones no alcanzaron para justificar las complicaciones que empezó a generar fuera de la cancha. La dirigencia ya había notado algunos desplantes menores en los últimos meses, pero su comportamiento en el Kempes fue decisivo.
Un historial polémico
Lo de Miljevic no es nada nuevo. Su llegada a Newell’s en febrero fue vista como una segunda oportunidad tras su conflictiva salida de la Major League Soccer. El volante había sido desvinculado del Montreal Impact canadiense en septiembre de 2023, luego de que se descubriera que jugaba de incógnito en una liga de futsal amateur en Quebec. Pero eso no fue todo: también protagonizó peleas como espectador en ese torneo, lo que le valió una sanción de la MLS.
En Rosario, Matko llegó con perfil bajo y ganas de rehacer su carrera. Al principio, mostró pinceladas de su talento y se ganó un lugar en el equipo titular, sobre todo en el peor momento colectivo de la Lepra. Junto al juvenil Mateo Silvetti, fue de los pocos que mostraron rebeldía en un equipo que iba de caída en la última Liga Profesional.
A Miljevich ya le habían rescindido contrato del Montreal Impact de la MLS por indisciplina.A Miljevich ya le habían rescindido contrato del Montreal Impact de la MLS por indisciplina.
Sin embargo, su rendimiento nunca terminó de consolidarse. Desde Estados Unidos, se supo que Mauricio Pochettino, DT del seleccionado estadounidense, vino a verlo en el partido ante Central Córdoba en el Coloso. Esa expectativa internacional no hizo más que agrandar la brecha entre lo que se esperaba de Miljevic y lo que realmente aportó en la cancha.
Decisión firme de la CD de Newell’s
Hace un mes atrás, estaba todo acordado de palabra para que continúe. Hasta tenía serias chances de ser citado a la Selección de USA. Sin embargo, con todo lo acontecido, la dirigencia rojinegra, encabezada por Ignacio Astore, le avisó al futbolista que no harían uso de la opción de compra. La decisión fue unánime: ni el cuerpo técnico ni los dirigentes querían seguir lidiando con su actitud. Además, trascendió que el jugador tenía altas expectativas salariales para el próximo contrato, lo que terminó de complicar las negociaciones.
El volante de 23 años ahora está libre y deberá buscar un nuevo destino. Desde su entorno aseguran que la relación con Soso fue clave. El DT le dejó claro que no lo consideraba una prioridad para el equipo 2025, lo que habría provocado la mala reacción del jugador en Córdoba.