Ridículo histórico del Atleti… y arbitraje para llorar | OneFootball

El debut en el nuevo Mundial de Clubes deja al equipo de Simeone contra las cuerdas. Una paliza del PSG y decisiones arbitrales que rozaron el esperpento complican el futuro rojiblanco.

El Atlético de Madrid arrancó su andadura en el Mundial de Clubes con una derrota sonrojante ante el PSG (4-0) que va mucho más allá del marcador. El conjunto de Simeone firmó uno de sus partidos más grises en los últimos años, superado de principio a fin por el campeón francés, pero también víctima de un arbitraje surrealista que encendió al vestuario y desató la indignación en el entorno colchonero.

Los números no engañan. El Atlético cometió siete faltas y vio siete tarjetas, un dato insólito que refleja el nivel de criterio aplicado por el rumano István Kovacs, quien señaló infracciones de tarjeta a Koke, Correa y Reinildo en su primera acción sancionable. A Koke, además, le pitaron una falta inexistente que anuló el que habría sido el 2-1 de Julián. “Todos hemos visto lo que ha pasado en el campo”, soltó el capitán, visiblemente molesto, al término del partido.

Sin embargo, el desastre no fue solo del árbitro. En lo futbolístico, el PSG barrió a los rojiblancos: 17 remates por apenas cinco del Atlético (solo uno a puerta) y un 67% de posesión para los franceses frente a un mísero 26%. El equipo de Simeone fue un juguete roto durante la primera parte, especialmente en manos de Mbappé y compañía. En esa debacle brillaron en negativo los ya habituales: Lenglet, Galán, Lino y un Griezmann irreconocible.

El futuro de Galán y Lino sigue en el aire, pero Lenglet y Griezmann seguirán vistiendo de rojiblanco la próxima temporada, algo que inquieta a la afición tras una imagen tan pobre.

Tras el partido, Jan Oblak trató de bajar el tono. “Es duro perder 4-0. El PSG ha sido mejor y nos ha castigado. Pero las decisiones arbitrales tampoco nos ayudaron”, comentó en DAZN. Más tajante fue Koke: “Siempre en la misma dirección”, disparó, dejando claro que el vestuario sintió que Kovacs fue parte del problema.

El Atlético jugará su segundo partido en la medianoche del jueves al viernes contra el Seattle Sounders. Ya no se trata solo de ganar: habrá que hacerlo por el mayor número de goles posible. La goleada sufrida ante el PSG obliga a remar a contracorriente, porque un empate en el último duelo ante Botafogo podría dejar a los brasileños clasificados y a los rojiblancos fuera de la siguiente ronda.