Salvados por la campana: el Barcelona firma una remontada milagrosa | OneFootball

El Barcelona consiguió llevarse una victoria muy sufrida en el Ciutat de Valencia, ya que se vio dos goles abajo en el marcador en el descanso. Hansi Flick experimentó saliendo con cuatro atacantes y parece que no le salió nada bien, ya que cuando volvió a los tres centrocampistas después de pasar por vestuarios el equipo reaccionó. Pedri, que se llevó el MVP, recortó distancias, Ferran Torres empató y Elgezabal, en propia meta, consumó la remontada de los culés.

Arrancaba la jornada 2 de LaLiga y el Barcelona lo hacía como líder visitando a un equipo recién ascendido, contra el que Hansi Flick no quería que jugasen a medio gas como ya sucedió en Son Moix. Pese al descontento de la primera fecha, el alemán puso un once parecido al que salió aquel día, aunque con alguna variedad, ya que se cargó a Fermín. Joan García era el encargado de defender la portería blaugrana y por delante le custodiaban el arco Eric García, Pau Cubarsí, Ronald Araújo y Alejandro Balde. En el centro del campo, Marc Casadó era titular por la paternidad de De Jong y eran Pedri y Raphinha quienes le acompañaban. Como hombres más adelantados, Lamine Yamal, Ferran Torres y Rashford, que se estrenaba como titular.

El Barcelona volvió a saltar al terreno de juego con la camiseta verde del año pasado y con la intención de abrir la lata rápidamente en este duelo de campeones. Y es que el ganador de la primera división y de segunda se veían las caras en el Ciutat de Valencia. Hansi Flick salió con ese experimento de cuatro atacantes y durante el primer tramo del encuentro Rashford, Lamine Yamal o Raphinha lo intentaban, pero no metían en demasiados problemas al guardameta del Levante. Pero entre tanto dominio, un contragolpe letal de los granotas por la banda izquierda acabó, previo paso por el costado derecho, en los pies de Iván Romero, que con un amago superó a Pau Cubarsí y con un sutil disparo batió a Joan García.

Se desataba la locura en el Ciutat de Valencia y los pupilos de Hansi Flick trataban de reaccionar. Lamine Yamal se dejaba ver y tenía sus chispazos, pero quien tuvo la mejor ocasión para empatar fue un Ferran Torres al que dejó solo Pedri con un pase de mago. El de Foios, libre de marca y sin oposición, mandó la pelota al larguero desde el punto de penalti. Las cámaras, rápidamente, se iban a Lewandowski. Un fallo bastante incomprensible porque lo tenía todo de ara. Y al perdonar, acabó llegando el segundo del Levante. Fue en el tiempo añadido tras otro contragolpe, pero este terminó en un penalti por mano de Balde que Hernández Hernández no vio, pero que señaló tras revisarla. Morales cogió la bola y engañó a Joan García para poner el 2-0 antes el pitido que señalaba el intermedio.

¿Señalados o solución?

A la vuelta de vestuarios Hansi Flick hacía dos cambios. Gavi, al que parecía mandar un mensaje con la alineación inicial y Dani Olmo saltaban al verde para sustituir a Marcus Rashford y Marc Casadó. Entraban dos centrocampistas, pero el que recortaba distancias era Pedri, un futbolista que perfectamente podría ser considerado una estrella al nivel de Lamine Yamal. El canario soltó un zapatazo desde fuera del área y mandó la bola directa a la escuadra donde Campos no podía llegar. El ex de Las Palmas ponía el 2-1 en el marcador y hacía creer a los culés.

Y tanto que creyeron los futbolistas del Barcelona que apenas tres minutos después ya habían empatado. Al igual que en el primer gol, todo nacía de un córner. Raphinha puso un balón perfecto al área chica, donde Ferran Torres metió el pie para batir a bocajarro a Campos. Seis minutos de la segunda mitad y los blaugranas ya habían igualado el partido. Poco tiempo duró la alegría en el Ciutat de Valencia, que pasaron de la alegría desbocada a los nervios. Porque si el campeón de LaLiga consigue demostrar esa reacción fulminante en poco tiempo, lo normal es que el miedo se instale en los futbolistas rivales.

El Barcelona, con todo

Pero el Levante valoraba ese punto y decidió defenderse con uñas y dientes para evitar que el Barcelona se llevase del Ciutat de Valencia una victoria. No le quedaba otra a los azulgranas que ir a la desesperada. Flick metió a Lewandowski y comenzaron a defender con tres mientras encerraban a los granotas en su área, pero los minutos pasaban y el marcador no se movía a pesar de las intentonas culés. Campos se erigía como la figura de los de Orriols con una cantidad ingente de intervenciones: algunas fáciles, pero otras de gran nivel.

En la recta final el Levante se defendía encerrado en su área y había tanta gente que se consumó la tragedia. Un centro de Lamine Yamal que iba para Ferran o Lewandowski, lo acabó golpeando Elgezabal, que batía a su compañero y permitía a los culés ponerse 2-3 en el marcador en el primer minuto del tiempo añadido. Hasta sin quererlo, el de Rocafonda es decisivo. Ahí, con los granotas tocados y hundidos, a los culés sólo les quedó dormir el choque para acabar llevándose tres puntos de oro después de una remontada de campeón, pero con las dudas por ese experimento inicial de Hansi Flick.