¡Se repite lo de Vinícius Júnior y Rodrygo! El Madrid quiere a las 2 nuevas joyas de Brasil | OneFootball

El Real Madrid lleva tiempo demostrando que su política de fichajes va mucho más allá del corto plazo. Brasil se ha convertido en un territorio estratégico para detectar talento joven antes de que su precio se dispare definitivamente. No se trata solo de fichar promesas, sino de construir futbolistas de élite.

La dirección deportiva blanca entiende que el proceso no siempre es inmediato. La adaptación cultural, táctica y emocional es clave, y por eso el club apuesta por perfiles con carácter y margen de mejora, incluso cuando el rendimiento inicial genera dudas externas.

Vinícius y Rodrygo, dos ejemplos que explican la estrategia

El caso de Vinícius Júnior es el más evidente. De joven irregular y discutido pasó a ser uno de los jugadores más decisivos del fútbol mundial. Su evolución respalda la idea de que el talento necesita tiempo, confianza y continuidad para explotar.

Vinícius, una estrella en el Madrid | Getty Images

En cambio, Rodrygo vive una realidad distinta. Su calidad es incuestionable, pero la competencia en el ataque limita sus minutos. Aun así, el club valora su mentalidad, su capacidad para aparecer en momentos clave y su perfil versátil, algo muy valorado en el fútbol moderno.

Kaio Jorge, goles que llaman a la puerta del Bernabéu

Uno de los nombres que más fuerza ha ganado es el de Kaio Jorge, delantero del Cruzeiro. Su temporada 2025 ha sido espectacular, firmando 26 goles en 46 partidos y convirtiéndose en el máximo goleador del Campeonato Brasileiro con 21 tantos.

Este rendimiento ha despertado el interés del Madrid y ha complicado los planes del Flamengo, que ya había iniciado contactos con una oferta cercana a los 30 millones. Cruzeiro, sin embargo, se mantiene firme y exige un mínimo de 50 millones para dejar salir a su delantero estrella.

Rayan, el talento que Vasco no quiere dejar escapar

El otro gran objetivo es Rayan, una de las mayores irrupciones del fútbol brasileño en 2025. Su impacto ha sido inmediato, combinando potencia, técnica y una madurez impropia de su edad. Su nombre ya circula con fuerza en los despachos europeos.

Consciente de su valor, el Vasco da Gama ha reaccionado rápido. Renovó su contrato hasta 2028 y elevó su cláusula de rescisión hasta los 80 millones de euros. Un movimiento claro para proteger a su joya y dejar claro que repetir la historia de Vinícius y Rodrygo no será barato.