Madrid-Barcelona.com
·2 dicembre 2025
Se va, confirmado, Xabi Alonso ha cambiado de opinión, el Bernabéu le queda muy grande

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La llegada de Xabi Alonso al banquillo del Real Madrid generó una revolución silenciosa. Nuevo entrenador, nuevo estilo, nuevas expectativas. El club veía en él la oportunidad de construir un proyecto diferente, más ambicioso y más exigente.
Su presencia despertó ilusión en los jugadores que habían perdido protagonismo. Parecía que todos arrancaban desde cero, que las oportunidades volverían a repartirse, que algunos podrían reinventarse, pero el fútbol es duro y Xabi Alonso no tardó en dejar claras sus prioridades. Su mirada analítica y su estilo exigente empezaron a dibujar un futuro que no favorecía a todos.
Uno de los jugadores que más esperaba la llegada del técnico era Fran García. Con Ancelotti apenas había tenido continuidad, no era titular, no era fijo, no era decisivo, pero confiaba en que Xabi Alonso le diera el impulso que necesitaba.
La situación de Fran García en el Madrid | Getty Images
La realidad fue distinta, muy distinta, el lateral entendió pronto que el nuevo entrenador tampoco veía en él el nivel que necesitaba el equipo. Ni para competir con los grandes, ni para sostener el ritmo de un club que vive en modo exigencia cada jornada. Las oportunidades no crecieron, se redujeron y la ilusión se fue apagando.
El principio del final llegó desde los despachos. El Real Madrid decidió pagar 50 millones por Álvaro Carreras, una apuesta fuerte, una declaración de intenciones. El club quería otro perfil en la banda izquierda, más potencia, más proyección, más fiabilidad y ese movimiento cambió todo.
Fran García pasó de ser alternativa a ser la última opción. Las cifras hablan solas: solo cuatro titularidades en toda la temporada. Minutos sueltos que parecían un trámite y, cada vez que entraba, el equipo lo notaba: desajustes y una banda demasiado frágil.
El partido ante el Girona terminó de sentenciarlo, era un encuentro para demostrar carácter, seguridad, jerarquía y sucedió lo contrario. Su actuación dejó más dudas que certezas. Xabi Alonso tomó nota y su opinión se volvió definitiva: no era jugador para las rotaciones.
No era una opción fiable en partidos serios, por eso, su salida ya es un hecho. El club escuchará ofertas, solo quiere recuperar los 10 millones que invirtió.
Fran, por su parte, busca minutos y protagonismo, quiere sentirse importante, aunque sea lejos del Bernabéu. Su etapa acaba sin ruido, pero con una conclusión clara: Xabi Alonso ha cambiado de opinión y el Bernabéu le quedó grande









































