Diario UF
·4 novembre 2025
¿Sigue Iago Aspas siendo el líder del Celta?

In partnership with
Yahoo sportsDiario UF
·4 novembre 2025

El fútbol tiene una extraña forma de medir el tiempo. Algunos jugadores parecen resistirle al calendario, reinventarse cuando el cuerpo ya no corre igual, mantenerse vivos en el juego a base de inteligencia y amor propio. Iago Aspas pertenece a esa rara estirpe. A sus 38 años, con un contrato que expira en junio de 2026 y un homenaje reciente por convertirse en el jugador con más partidos de la historia del Celta de Vigo, el capitán sigue siendo el faro de Balaídos. No solo por lo que representa, sino porque continúa marcando diferencias cada vez que pisa el césped.

Iago Aspas celebrando su gol contra el Niza / Fuente: Marca
La noche ante el Niza fue una de esas que quedan grabadas. Golazo desde fuera del área, victoria europea y un estadio entregado al de siempre. Era el día perfecto para una despedida, pero Aspas, con su ironía habitual, desmontó cualquier guion previsible: “Aún me quedan seis o siete meses de contrato y muchos partidos para seguir disfrutando”, dijo ante su gente, con una sonrisa que mezclaba alivio y desafío. No era el discurso de un futbolista que se va, sino el de alguien que todavía siente que puede seguir compitiendo.

Iago y su mujer en el homenaje que le realizaron por convertirse en el jugador con más partidos de la historia del Celta / Fuente: RC Celta
El inicio de temporada lo está confirmando. Aspas ya ha visto puerta ante el Atlético de Madrid en Liga y también en Europa frente al PAOK, además de su diana ante el Niza. Tres goles que resumen algo más que estadísticas: muestran que su instinto competitivo sigue intacto. Giráldez lo dosifica, sí, pero el capitán ha entendido esa nueva versión de sí mismo.
En Vigo, su figura trasciende lo futbolístico. Aspas no necesita discursos para liderar: lo hace desde la mirada, desde el pase preciso, desde esa mezcla de rabia y elegancia con la que encara cada jugada. Lo que antes era velocidad hoy es sabiduría. Lo que antes era ímpetu, ahora es lectura. Sabe cuándo frenar, cuándo acelerar, cuándo provocar, cuándo respirar. El fútbol pasa por él con una naturalidad que pocos conservan a esa edad.
Claudio Giráldez lo sabe y lo protege. “Iago tiene cuerda para rato”, repite cada vez que le preguntan. Y es cierto. Cumplir un récord histórico y mantener ese nivel competitivo en una temporada exigente, con Europa de por medio, no está al alcance de muchos. Pero Aspas se ha ganado el derecho a decidir cuándo decir basta. En Balaídos nadie se atreve a hablar de su retirada. Quizás porque todavía parece demasiado pronto, o porque, cada fin de semana, demuestra que sigue siendo indispensable.

Iago Aspas y Claudio Giráldez / Fuente: Estadio Deportivo
Aspas asume que está en la recta final, pero no lo vive como un adiós, sino como una prolongación de su historia. Disfruta del vestuario, de los jóvenes que lo miran con respeto, de cada partido en Balaídos como si fuera una primera vez. Sabe que su nombre ya está grabado en la historia del club, pero no tiene prisa por cerrar el capítulo. Quizás porque, en el fondo, no sabría vivir sin la pelota ni sin ese rugido que baja desde las gradas cuando el balón cae en su zurda.
El Celta ha cambiado, pero Aspas sigue siendo el punto de referencia, el hilo que une el pasado con el presente. Puede que los minutos sean menos, pero cuando él está en el campo, el juego se ilumina. Los años han domesticado su físico, no su instinto. Y mientras eso ocurra, seguirá siendo el líder del Celta. No por jerarquía ni por brazalete, sino porque aún encarna lo que el club quiere ser: valiente, rebelde y eterno.
Live


Live







































