La Galerna
·19 gennaio 2025
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Buenos días, amigos. Defendía Raffaella Carrà que para hacer bien el amor hay que venir al sur. Leganés y Getafe están al sur de la capital, a menos de 20 minutos de viaje en Cercanías (si funcionan los trenes, claro), pero si se visitan sin la suficiente pericia en el desempeño del propósito, en lugar de gozar, como cantaba Raffaella, uno puede salir escaldado. A pesar de que en ambas ciudades madrileñas hubo episodios como los que hay desde hace cien años, o 92’48’’.
El primero en viajar al sur fue el Atleti, que en la liga iba como Kubica, es decir, como un pepino, pero en Butarque se topó con un Lega que volvió a demostrar su condición de matagigantes, según decían los clásicos, y regresó al este del edén, Madrid, con una derrota.
La previa había estado marcada por la frustración del Cholo, quien aún no ha superado que el Madrid eligiera fichar a Fernando Redondo antes que a él. De ello dimos buena cuenta en nuestro portanálisis de ayer y por este asunto cuestionaron a Carlo Ancelotti en rueda de prensa: «Son cosas que a veces se dicen para la galería. Todo el mundo del fútbol es consciente de lo que representa y ha representado el Real Madrid en estos más de cien años de historia. Puede ser que sean espinas que duelen».
El Madrid es como una espinita que se te ha clavado en el corazón, Cholo. Suave que te está sangrando, que te está matando de frustración.
En honor a la verdad, hay que decir que durante el partido hubo episodios como los que hay desde hace cien años. Melero López y el VAR se zamparon un penalti catedralicio sobre un atacante del Leganés. Después, Griezmann agarró con ambas manos a Brasanac, entre la cara y el cuello, y, empleando fuerza no insignificante, giró cuerpo y brazos hasta arrojar contra el suelo al jugador pepinero. Roja clara para Vinícius y, si es posible, cárcel.
Ni VAR, ni roja, ni polémica ni nada. Ni sanción de 2 a 4 partidos ni de 4 a 12. Ni caza mayor en los medios contra el futbolista. Vini tenía razón. No es el qué, es el quién.
Cuando se frisaba la coda de la contienda, el VAR, ahora sí, llamó a Melero. Mano en el área del Lega. Melero miró la pantalla y rápidamente señaló penalti. Por desgracia para el sistema, el arrojador de cuerpos lo lanzó (el balón) fuera del arco y el Atleti pinchó y dejó el liderato a tiro al Madrid.
Cuando Melero señaló el penalti, Borja Jiménez se dirigió al banquillo cholista para hacerles notar que las declaraciones plañideras de Simeone habían surtido efecto.
Aunque después del partido probablemente reflexionó sobre qué es más conveniente para su carrera (o alguien se lo recordó) y se dio cuenta de que defender la justicia y la verdad no es el camino indicado para medrar en el fútbol español. Eso sí, pidió disculpas por las formas, no por el fondo, que es irrebatible.
Tras la derrota atlética, nuestro editor, Jesús Bengoechea —a quien aprovechamos para felicitarle por su cumpleaños a ritmo de Voyage, Voyage—, resumió a la perfección lo sucedido.
Este partido volvió a demostrar que el CTA cuenta con dos armas potentes para intentar decidir los partidos en uno u otro sentido (en realidad siempre es en el mismo). La primera, que no se utilizó ayer, es la elección del frame más oportuno a sus intereses en el fuera de juego semiautomático, que de facto supone que un gol suba al marcador o no. La segunda es un reglamento y unas circulares enrevesadas que permiten que las manos en el área sean tan interpretables que ya nadie sepa si son punibles o no, con lo que cualquier decisión que adopten sirve. Todo ello condimentado con el hecho de que la empresa que suministra las imágenes al VAR sea avalista del club cliente de Negreira.
A ese club del que usted me habla tampoco le sentó bien el viaje al sur de Madrid. Las visitas a Getafe no se le dan bien al Barça. La afición azulona recibió a los culés con cánticos entre fieles y sarcásticos con la realidad que nos ha tocado vivir. Desde «Es una mafia, el Barça es una mafia» hasta «Véndeme un palco; Laporta, véndeme un palco», pasando por un censurable: «Laporta, gord…, te hinchas a Phoskitos”.
Pero se volvió a demostrar quién manda en esta liga y hubo censura. Se prohibió a los hinchas mostrar una pancarta que rezaba «Límite salarial, no para quien compra al trío arbitral».
De modo que más que hacer el amor en el sur, Bordalás se lo hizo a ellos. Como brillantemente publicó Marca Scroll en X, «Bordalás “impone” al Barça la regla del 1:1».
Quizá mal acostumbrados por sus encuentros contra el Madrid, los de Flick no entendieron que el rival no les extendiera una alfombra roja para que ellos se paseasen y golearan. En cambio, se encontraron con un rival que supo frenarlos aprovechando los defectos ajenos y maximizando las virtudes propias.
Ello derivó en que el Barcelona se quejó de que el Getafe jugase con sus armas y no con las del Barça. Unas armas que, por cierto, son reglamentarias. Defender duro e intentar que se juegue poco es lícito, siempre que no se sobrepasen los límites que establece el reglamento, cuyo cumplimiento debe observar un equipo arbitral designado y dirigido por los mismos que estaban cuando el Barça tenía comprado a uno de sus jefes.
El Barça no cumple con el fair play fuera pero tampoco dentro del campo, como se volvió a ver ayer. Juan Iglesias reveló en COPE: «Gavi nos ha dicho “a segunda, a segunda”. Encima se tapaba la boca. Yo le decía que si era tan mayorcito para decirlo, que se quitara la mano. Es lo que más les hace rabiar, que nunca se llevan los tres puntos de aquí».
Enseguida nos vino a la cabeza el reciente intercambio dialéctico entre Asencio y Maffeo cuando este último le insultó gravemente y el defensa blanco le respondió. En X, @HdeHelena_RM se ha encargado de mostrar juntas las reacciones de los medios en ambos casos.
Nótese el jolgorio con el que los medios reaccionan a las palabras de Gavi y el tonito condescendiente que muestran con Asencio. La historia de siempre. La prensa es parte del tinglado y no pierde ocasión de demostrarlo. Sin ella el sistema no funcionaría.
En el partido hubo de todo, también insultos racistas.
Vini también tenía razón con esto.
Son hecho deplorables que condenamos venga de quien venga. Porque es el qué y no el quién.
Pasad una buena mañana a la espera del partido contra Las Palmas a las 16:15. Si este Madrid horrendo y malísimo ganase, se pondría líder con una ventaja de 7 puntos sobre el maravilloso Barça que va ganar todo y ha obtenido 6 de los últimos 24 puntos disputados en liga.
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