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·21 de outubro de 2025
Arne Slot y Mohamed Salah en grandes problemas

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·21 de outubro de 2025
Un año después de su llegada al Liverpool, Arne Slot enfrenta el primer bache serio de su etapa en Inglaterra. Su aterrizaje fue impecable: campeón de la Premier League 2024/25 contra todo pronóstico, en lo que debía ser una temporada de transición tras la marcha de Jürgen Klopp.
Incluso la eliminación en octavos de final de la Champions League —ante el equipo que acabaría levantando el título— no empañó un debut sobresaliente. Pero ahora, con el equipo mostrando síntomas de fatiga y falta de eficacia, el estratega neerlandés debe reafirmar su liderazgo y fidelidad a sus ideas, la base de su éxito en el Feyenoord y en su primer curso como técnico ‘red’.
El Liverpool sigue generando muchas ocasiones por partido, pero la falta de acierto empieza a pasar factura. Ni Alexander Isak ni Hugo Ekitike —recién llegados y aún en adaptación— han podido asumir el peso ofensivo que dejó de sostener un Mohamed Salah en claro descenso de rendimiento.
El egipcio, que el curso pasado firmó la mejor temporada goleadora de su carrera (34 goles y 23 asistencias en 52 partidos), renovó su contrato tras meses de especulaciones sobre su salida. Sin embargo, desde esa firma su rendimiento ha caído visiblemente.
El propio Slot ha evitado señalarlo públicamente, pero puertas adentro preocupa su falta de intensidad. La hinchada también se muestra inquieta, especialmente ante la inminente Copa África 2026, que lo apartará del equipo en enero.
(Photo by Gareth Copley/Getty Images)
Entre las voces más críticas destaca Wayne Rooney, leyenda del Manchester United y comentarista de la BBC. En el programa Match of the Day, el exdelantero fue contundente:
“En la última semana me he cuestionado su ética de trabajo. Sabemos que no siempre baja a defender, pero en el partido contra el Chelsea, su lateral estaba siendo destrozado y él simplemente miraba. ¡No regresaba, no lo estaba ayudando!”.
Las palabras de Rooney han encendido el debate. Algunos opinan que el club debería vender a Salah mientras su valor en el mercado sigue alto; otros creen que se trata de un bajón puntual propio de su edad (33 años) y de la sobrecarga física acumulada en los últimos años.
En medio de las críticas, Arne Slot intenta mantener la calma. Su mensaje es claro: mantener la identidad y la intensidad que llevaron al equipo a lo más alto. “El sistema funciona, los jugadores son los mismos, solo falta afinar la definición”, repite en cada rueda de prensa.
No obstante, el vestuario muestra signos de tensión. La exigencia de volver a pelear por todos los títulos, junto con la sombra de Klopp y la presión mediática, ponen a prueba la fortaleza mental del técnico neerlandés.