El Tabloide Inglés
·08 de novembro de 2024
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El Arsenal continúa en una mala racha y su reciente caída ante el Inter en la Liga de Campeones ha dejado a su entrenador, Mikel Arteta, visiblemente frustrado. La polémica se desató luego de que decisiones arbitrales clave influyeran en el resultado del partido, generando un fuerte reclamo por parte del técnico español.
El ambiente en el Emirates Stadium se volvió tenso tras la derrota del Arsenal por 1-0 frente al Inter de Milán en la Liga de Campeones. Los dirigidos por Mikel Arteta no lograron revertir el marcador y, para el técnico español, las decisiones arbitrales fueron determinantes en el desenlace del encuentro. Una mano de Mikel Merino dentro del área fue sancionada como penal, lo que permitió al conjunto italiano asegurar su victoria, situación que no fue bien recibida por Arteta.
En sus declaraciones posteriores al partido, Arteta mostró su desacuerdo con la decisión del árbitro, afirmando que la interpretación de la jugada contradice las pautas que los equipos habían recibido al comienzo de la temporada. Según el entrenador español, «No es penalti. No podemos reaccionar porque el balón está muy cerca. Nos dijeron al inicio de la temporada que eso no era penalti«. La molestia de Arteta radica en la inconsistencia de las decisiones, dado que una jugada similar en favor del Arsenal, también involucrando a Merino, no fue sancionada.
«Si es penalti el que se pitó en nuestra contra, entonces el de Mikel [Merino], que le pegan en la cabeza, tiene que ser penalti, 1000%,» continuó Arteta en su crítica. En un tono evidente de frustración, expresó que estas decisiones fueron claves en el resultado final, cambiando el rumbo de un partido que aún estaba al alcance de los Gunners.
Este resultado complica aún más la situación del Arsenal, que atraviesa una mala dinámica en competiciones europeas. La falta de precisión en las decisiones arbitrales, junto con la inestabilidad en el rendimiento del equipo, ha hecho que los aficionados y el cuerpo técnico cuestionen el criterio utilizado en momentos decisivos.
La polémica desatada por Arteta pone en la mira la transparencia del arbitraje en la Liga de Campeones y reabre el debate sobre la necesidad de una mayor uniformidad en las decisiones arbitrales. El entrenador se mostró resignado al final de sus declaraciones: «Estoy muy frustrado porque son dos decisiones que marcaron el curso del partido. Desafortunadamente, no podemos hacer nada«.
Este episodio deja un sabor amargo en el Arsenal, que deberá replantear su estrategia y enfocarse en recuperar su nivel en los próximos encuentros si quiere mantener vivas sus aspiraciones en la Liga de Campeones. La incertidumbre y frustración continúan para Arteta y sus jugadores, quienes buscan no solo mejorar su desempeño, sino también obtener un trato justo en el campo.