Revista MadridistaReal
·02 de novembro de 2024
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Jude Bellingham quiere recuperar su sitio. En la pasada temporada, el Madrid se hacía con los servicios del de Stourbridge y Carlo Ancelotti le ubicó en una zona de ataque que le vino como anillo al dedo, tanto a él como al equipo. En el vértice del diamante, jugando en una especie de mediapunta por detrás de Vinicius y Rodrygo, Bellingham se desató y su aportación ofensiva fue realmente asombrosa. Marcaba gol en todos los partidos, era decisivo y aparecía cuando más le necesitaban sus compañeros.
De hecho, tal fue su impacto que acabó siendo el Pichichi de LaLiga con 19 goles y 6 asistencias, y entre todas las competiciones logró alcanzar los 23 tantos. En lo que va de curso, ni por asomo se asemejan a los números del año anterior: de momento no se ha estrenado y tan solo ha podido repartir una asistencia, y fue el pasado 14 de agosto en la final de Varsovia en la Supercopa.
Su rol y su papel esta temporada está siendo mucho más defensivo, solidario y comprometido en la parcela defensiva. Ancelotti sabe lo importante que fue el pasado curso, pero en este, tras la llegada de Mbappé, se ha visto obligado a defender mucho más. De los de arriba, es el único que puede hacer ese trabajo ‘sucio’ para ayudar a los centrocampistas y a los defensas a defender, pero lo cierto es que su nivel y su esencia goleadora, desaparece.
El ejemplo más claro de que Jude Bellingham no se encuentra nada cómodo la vimos en el Clásico. Su posición, ante el Barcelona, estuvo muy retrasada, incluso por momentos, tanto Tchouaméni y Lucas Vázquez estuvieron por delante suya. Jugó pegado al costado derecho. Ahí es menos determinante que estando por detrás de los atacantes, eso está claro, porque además, sus intervenciones en esa zona no le permiten explotar toda la calidad y recursos ofensivos que atesoran sus botas. Los mapas de calor reflejan los pocos pases que realizó y la escasa incidencia en el juego de los blancos.
El problema no está en el jugador, ya que en cada partido se esfuerza al máximo y se deja la vida siempre, sino que en Ancelotti no le ha dado esta vez la posición que realmente tiene que ocupar para correr mejor, ahorrarse esfuerzos innecesarios. El Madrid no puede permitirse el lujo de desperdiciar el talento de Jude. La izquierda y el centro, son los sitios donde el italiano debe reubicarle, y donde más ha rendido mostrando un nivel apoteósico. Bellingham quiere volver ahí, a su sitio. Y los blancos le necesitan más que nunca.