La Galerna
·10 de novembro de 2024
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Jude Bellingham es concupiscencia, pasión, frenesí. En definitiva, cualquier manifestación indómita e irrefrenable de amor. De Jude hacia el Real Madrid, del Real Madrid hacia Bellingham, de los aficionados hacia ambos y recíprocamente. Un ménage à trois madridista en toda regla. La siguiente composición de imágenes es un fiel reflejo de este arrebato. Disculpen la crudeza, incluso lo soez, pero no se antoja otra expresión mejor para definirla que porno duro.
Los preliminares que culminaron en semejantes fotografías los conocen, seguramente asistieron, bien en el campo, bien en directo por televisión, a ellos. Una emisión que en otra época habría sido graduada con dos rombos. Asencio había saltado al campo en sustitución del lesionado Militao. En su primer lance relevante, profundizó bastante adentro por un orificio de la defensa rojilla. En su segundo, facturó un pase transoceánico a Bellingham, quien no tuvo prisa. El paciente inglés observo la bola, la dejó botar sobre el rasurado verde, la acarició con la punta del pie, vaselina, y la penetró en la portería rival.
A Jude lo que más le gusta es que le entre justa, y suele empujar la pelota con brío y precisión para meterla a menudo por el único hueco disponible, como ocurrió en esta ocasión. Era el segundo de la tarde, antes ya había mojado Vinícius. Sin embargo, el clímax comunal llegó instantes después.
Jude Bellingham es un jugador de dos rombos apto para todos los públicos que derrama su fértil juego sobre el terreno de juego para goce y éxtasis del madridismo
Bellingham, extasiado, miró al escudo del Real Madrid de manera libidinosa, salivó, entreabrió los carnosos labios, se lo llevó a la boca y lo besó desenfrenadamente, con fruición, mientras exprimía con ambas manos ese blanco objeto del deseo. Como si se comiera un buñuelo después de un ayuno de meses. Orgasmo general.
El querer que profesa Jude al Madrid es indubitado. Tras la conclusión del encuentro, declaró a los compañeros de RMTV: «Haría cualquier cosa por el bien del equipo». ¿Acaso hacer cualquier cosa por alguien no es la definición de amor?
El madridismo lo sabe y lo ama, como lo ama el Club. El amor es una locura racionalizada en el fútbol del cinco blanco que ayer hizo carne la pasión por el Real Madrid.
El amor es una locura racionalizada en el fútbol del cinco blanco que ayer hizo carne la pasión por el Real Madrid
Esta temporada no está culminando tanto como la pasada, pero no ahorra esfuerzos en otras labores. Ejerce de sostén en la zona alta, brega con ahínco en los bajos del juego, pivota, devuelve la bola rápido cuando es preciso y la soba cuando es menester manosearla. Su trabajo en ataque es ora percutir, ora calentar la jugada para que la meta otro.
Jude Bellingham es un jugador de dos rombos apto para todos los públicos que derrama su fértil juego sobre el terreno de juego para goce y éxtasis del madridismo.
Getty Images.